La leche materna es el mejor alimento para el bebé por los grandes beneficios que le aporta, siendo el único necesario durante los primeros seis meses de vida, y complementado con otros alimentos hasta al menos los primeros dos años de vida, según la recomendación de la OMS.
Pero la lactancia materna también tiene muchos beneficios para la madre. Entre ellos, favorece la contracción del útero después del parto y previene hemorragias postparto, y disminuye el riesgo de cáncer de mama y ovarios. También se la relaciona con menor riesgo de sufrir diabetes, hipertensión y enfermedades cardíacas, y en concreto que las mujeres que dan lactancia materna tienen menos riesgo de infarto y de ictus.
Ictus e infartos en las mujeres
El ictus es la primera causa de muerte en las mujeres en nuestro país. Cada año fallecen a causa de accidente cerebrovascular unas 425.000 mujeres, 55.000 más que hombres.
En el caso de los infartos, suelen aparecer más tarde que en los hombres (en ellos el mayor riesgo es entre los 40-50 años, mientras que en ellas a los 50-60 años, en la menopausia -se cree que las hormonas actúan de escudo protector-), pero en ellas presenta una mortalidad más alta y un mayor riesgo de complicaciones en caso de supervivencia.
La lactancia materna disminuye el riesgo de sufrir ictus e infarto a futuro
Estudios científicos
Las conclusiones de las investigaciones científicas realizadas concuerdan con las recomendaciones de la OMS, y es que el riesgo se va reduciendo a medida que la madre amamanta más y más. Es decir, cuanto más tiempo de lactancia, menores son los riesgos.
Un estudio, que fue publicado en 2017 en la revista Journal of the American Heart Association, contó con una muestra de cerca de 300 mil mujeres chinas de 51 años de edad media, cuyos historiales fueron analizados para conocer su historia reproductiva y los hábitos de vida.
A estas mujeres se les hizo un seguimiento de ocho años, y aunque al principio del estudio no había ninguna mujer que hubiera padecido ninguna enfermedad cardiovascular, al finalizar se habían producido 16.761 casos de enfermedad del corazón o infarto de miocardio y 23.983 ictus.
Vieron que al comparar a mujeres que habían amamantado con mujeres que no lo habían hecho, aparecían más afectadas en el segundo grupo, y así establecieron que las mujeres que dan pecho a sus hijos durante seis meses tienen un 9% menos riesgo de padecer enfermedad coronaria y/o infarto, y un 8% menos de sufrir un ictus.
Estas cifras iban aumentando poco a poco, de manera que las mujeres que dan el pecho durante dos años tienen un 18% menos riesgo de enfermedad coronaria y/o infarto y un 17% menos de ictus.
Para evitar factores de confusión se analizaron variables como el tabaquismo, obesidad, diabetes, hipertensión arterial y el ejercicio físico que practicaban, confirmando que las diferencias se producían igualmente al controlar estas variables.
Un 23 por ciento menos de riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular
Otro estudio, publicado en la misma revista científica un año después, en 2018, confirma esta reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares.
En el trabajo se examinaron los datos de 80.191 mujeres estadounidenses participantes del estudio observacional 'Women's Health Initiative'. Estos datos contenían los historiales médicos y hábitos de salud de mujeres posmenopáusicas reclutadas entre los años 1993 y 1998, que habían dado a luz a uno o más bebés, y el 58% de las cuales amamantaron a sus hijos en algún momento.
La edad media de estas mujeres al inicio del estudio era de 63,7 años y fueron seguidas durante 12,6 años. El 51% de las participantes había amamantado durante entre uno y seis meses, el 22% durante 7-12 meses, y el 27% durante 13 o más meses.
Según los resultados, entre las mujeres que practicaron la lactancia materna el riesgo de ictus fue, de promedio, un 23% menor. Además, en las que habían amamantado a sus bebés durante un mínimo de seis meses el riesgo fue un 19% más bajo, por lo que la mayor duración de la lactancia también conllevó una disminución del riesgo de accidente cerebrovascular.
Una asociación consistente
En ambos estudios, los autores afirman que la asociación encontrada entre la lactancia materna y el menor riesgo de ictus es consistente, sin embargo, al tratarse de estudios observacionales, no han podido identificar una relación de causa y efecto, por lo que admiten que cabe la posibilidad de que existan otros factores que hayan influido para modificar el riesgo.
Ante la duda, claro, se aconseja sospechar que el beneficio existe e ir investigando para dar con la respuesta más plausible y con la más definitiva. Y es que creen que como el cuerpo de la madre lactante utiliza las reservas de grasas para pasar a formar parte de la leche, el riesgo de enfermedad cardiovascular disminuye. Quizás es por eso que la Asociación Americana del Corazón recomienda mantener la lactancia materna hasta el momento en que el bebé cumple un año, siempre que sea posible, y teniendo en cuenta que cada seis meses el riesgo disminuye un poco más (del 3 al 4%).
En Bebés y más |La duración de la lactancia influye en la probabilidad de depresión postparto