Al día siguiente de nacer, a casi todos los bebés les suministran vitamina K, esta es la única de la que pueden tener niveles bajos y que es indispensable para los bebés, pero si vivieran en países con escasos rayos solares, también le suministrarían la vitamina D, ya que la leche materna tiene una escasa aportación de esta vitamina.
La vitamina D ayuda a absorber el calcio y suele formarse en la piel del bebé gracias al efecto de la luz del sol. En España no es necesaria esta vitamina y más si se alimenta con biberón, ya que la leche de fórmula aporta a los bebés lo necesario para que pueda crecer y desarrollarse adecuadamente. Si miras la composición de la leche de fórmula, te darás cuenta de que está reforzada con hierro y vitamina D. Cuando visitas al pediatra y el bebé solamente toma el pecho, sobre todo en invierno suelen recetar esta vitamina para curarse en salud, pues los niños suelen salir menos a la calle.
El sol es fuente de vida y ayuda también al adecuado desarrollo del bebé, por esta razón, si no hace demasiado frío, un paseo diario para que tome un poco el sol es muy saludable para el bebé.
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