En la profesión de logopeda los libros infantiles son algo valiosísimo. Con ellos se puede sacar muchísimo lenguaje, tanto expresivo como receptivo, y los niños disfrutan con ellos como los que más.
Durante una de mis visitas periódicas a las librerías con el fin de renovar biblioteca particular, me encontré con un libro que me cuando leí el título me resultó más que curioso. Y es que, el libro del que os hablo se titula, nada más y nada menos, “El mágico libro de los infinitos cuentos” (Editorial Beascoa).
Un título que cuando lo ves por primera vez te deja pensando: “¿cuál será el truco?”. Pero por más que miraba y miraba no lograba encontrar cómo era posible que ese libro que tenía en mis manos estuviera lleno de historias y que nunca se acabara.
Finalmente, me decidí y lo compré. A fin de cuentas, ¿qué podría perder?
El libro venía dentro de una caja en la que se veían representados todos los personajes típicos de los cuentos de fantasía infantiles. Sin embargo, dentro del libro no hay ningún tipo de ilustración (lo siento, pero no voy a desvelar los mágicos secretos que envuelven a este libro).
Para protegerse de la curiosidad de los niños (y los no tan niños), el libro cuenta con un candado que sólo puede abrirse con las pequeñas llaves que vienen dentro de un sobre. Hay que tener cuidado, porque el contenido del sobre sólo pueden leerlo los papás y las mamás.
Ciertamente, es un cuento que si se narra de la forma adecuada puede resultar verdaderamente mágico, ya que el niño estará deseando que llegue el momento en que papá y/o mamá abran el libro y, tras decir la frase mágica, surja otra nueva historia.
Y es que, para que el libro pueda crear una historia nueva cada día, todos los que estén presentes en el momento de la lectura deben decir: “Mágico libro de la ilusión que un nuevo y feliz cuento surja ahora de tu interior”.
En conclusión, “El mágico libro de los infinitos cuentos” es un libro destinado al público infantil, y cuyo objetivo principal es potenciar la imaginación de los niños. Si bien es cierto que, si tenemos maestría para poder contar un cuento, lograremos muchísimas más cosas como son: atención (querrá saber en todo momento cómo sigue), lenguaje comprensivo (adquirirá una gran cantidad de vocabulario), lenguaje expresivo (sus intervenciones a lo largo de la historia)...
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