Tomar una ducha es una actividad que aunque en principio la hacemos por higiene, también es una que realizamos por hábito o rutina: a muchos les ayuda a despertar por las mañanas y a otros les relaja tomarla por las noches.
La frecuencia con la que nos duchamos es una que cambia considerablemente de país en país, pero por lo general la mayoría de las personas considera la ducha como una parte esencial de su rutina diaria.
Así que, tal y como en su momento hablamos de la temperatura recomendada por los expertos en sueño para ducharnos si queremos dormir mejor, hoy vamos a revisar qué dicen los profesionales de Harvard sobre la frecuencia recomendada para ducharse.
Quizás la mayoría de nosotros respondemos que "todos los días" al preguntar cada cuánto debemos tomar una ducha. Pero de acuerdo con los expertos, esto no siempre es necesario ni aplica para todos los casos.
Claro, si por nuestro trabajo o actividades diarias es necesario, como al hacer ejercicio o trabajar en un ambiente donde estemos en contacto con polvo o sudemos con frecuencia, sí que habremos de ducharnos todos los días. Sin embargo, si este no es el caso, la recomendación es hacerlo solamente varias veces por semana.
La razón principal, mencionan desde Harvard, es porque nuestra piel mantiene una barrera o capa de aceite y un equilibrio de bacterias "buenas" y otros microorganismos. Lavarse y frotarse elimina estos elementos, especialmente si el agua está caliente.
Como consecuencia de la ducha diaria, especialmente cuando ésta no es necesaria, nuestra piel puede volverse seca e irritada, lo que en consecuencia podría permitir que bacterias y otros alérgenos atraviesen esa barrera que mencionábamos, aumentando el riesgo de infecciones cutáneas y reacciones alérgicas.
También señalan que los jabones antibacterianos, utilizados en la hora de la ducha, también podrían matar las bacterias normales, alterando el equilibrio natural de la piel y fomentando la aparición de organismos más resistentes a los antibióticos.
"Nuestro sistema inmunológico necesita una cierta cantidad de estimulación por parte de microorganismos normales, suciedad y otras exposiciones ambientales para crear anticuerpos protectores y memoria inmunológica", explican.
Por esta precisa razón, es que muchos pediatras recomiendan no bañar a los bebés y niños diariamente, pues ellos en especial tienen un sistema inmunológico menos fuerte que el nuestro.
Finalmente, aunque señalan que no existe una regla o frecuencia ideal para hacerlo, sugieren que ducharse varias veces por semana es suficiente para la mayoría de las personas, salvo las excepciones que mencionábamos previamente.
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