La crianza de los hijos va evolucionando con cada generación de padres: mientras nuestros abuelos educaban de cierta manera, nuestros padres la hacían de manera diferente, así como nuestros hijos y nietos lo harán de forma distinta.
Pero a pesar de los cambios generacionales y los avances en el aprendizaje sobre el cuidado de los hijos, hay cosas que poco a poco se han ido dejando de hacer (no en todos los casos, pero sí lo suficiente como para notar su ausencia), cuando en realidad deberían permanecer vigentes siempre.
Estas son tres cosas que hacían los padres de antes y que los padres de hoy harían bien en imitar.
Hacer que los niños jueguen al aire libre
Con la llegada de las pantallas se acabaron los días de juego al aire libre: para muchos es normal ver a un niño absorto jugando en un móvil o tablet, en vez de hacerlo con juguetes o con otros niños. Pero esta actividad aparentemente inofensiva puede tener consecuencias negativas si no se establecen pautas o reglas sobre su uso.
Si bien no es necesario condenar ni prohibir el uso de dispositivos, hay algo que tenían en claro los padres de antes y que siempre hacían con sus hijos: enviarlos a jugar fuera de casa, al aire libre. Conociendo algunas de las cifras de los últimos años, que han señalado que los presos pasan más tiempo al aire libre que los niños de hoy y que hasta un 75% de los niños no juega lo suficiente, es algo que sin duda los padres actuales deberían priorizar.
Involucrarles en las tareas de casa
Lo de hoy, para muchas familias, es involucrar a los hijos en múltiples actividades y enfocarse al cien por ciento en la escuela, dejando de lado en ocasiones cosas muy básicas como asignar a los niños tareas dentro de casa, donde aprenderán habilidades esenciales y necesarias para ser adultos autosuficientes.
Esto no lo decimos solo porque sí ni debe ser visto como un castigo para los niños, sino todo lo contrario: les educa y además tiene beneficios más allá de tener la casa limpia y ordenada. De acuerdo con una investigación, permitir que los niños ayuden desde temprana edad en las tareas de casa ayuda a desarrollar habilidades sociales y personales.
Enseñarles modales
Aprender modales es algo básico y necesario, no solo para el desarrollo y la educación social de los niños, sino para favorecer una convivencia positiva entre seres humanos. Los padres de hoy suelen ser más relajados en ese aspecto, muchos de ellos volviéndose más informales en el trato hacia sus hijos y en el trato que dan éstos hacia los demás.
Aunque tampoco es necesario caer en el extremo de exigir a los hijos que sean niños perfectos y bien portados 24/7, es importante no olvidar esas reglas sociales no escritas, como decir "por favor" al pedir las cosas, decir "gracias", saludar siempre que se llegue a un sitio y tratar con respeto a los mayores.
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