La situación de los niños que viven junto a sus madres en las cárceles me estremece, al igual que la de los niños que crecen sin sus madres. Desde luego, el niño tiene que estar junto a su madre pero una prisión no es un ambiente favorable para su desarrollo.
En Argentina acaban de anunciar una reforma de ley que permite a las presas que se encuentren embarazadas y a las que tengan hijos menores de 5 años cumplir su condena en prisión domiciliaria.
El embarazo es una etapa en la que la mujer debe gozar de las mejores condiciones posibles para un buen desarrollo del bebé. Es tan importante la alimentación y los controles de la madre como la situación emocional que vive. El estrés y la angustia materna afecta al bebé y es evidente que la cárcel no es un entorno idóneo para una embarazada.
Igualmente, un niño pequeño necesita a su madre para forjar un vínculo emocional. Necesita crecer en un entorno protector, agradable y familiar. Las experiencias que vive en los primeros años de vida marcan su personalidad, por lo que a priori parece una medida muy humana la de permitir a los hijos de presas crecer junto a sus madres en sus casas.
Según la Convención sobre los Derechos del Niño se establece que “se tomarán todas las medidas apropiadas para garantizar que el niño se vea protegido contra toda forma de discriminación o castigo por causa de la condición, las actividades, las opiniones expresadas o las creencias de sus padres, o sus tutores o de sus familiares"
Todos estamos de acuerdo en que la medida favorece a los bebés por nacer y a los niños que no tienen culpa de las acciones de sus madres, aunque preocupa que desencadene más delincuencia o que el embarazo se convierta en un seguro de libertad para las presas.
De cualquier forma, esta medida no se cumplirá de forma automática, es decir, los jueces determinarán en cada caso si la embarazada es apta para salir de la cárcel o en cambio pudiera ser peligroso dejarla en libertad. Supongo que en ese sentido se preservará la seguridad de los demás ciudadanos para que el remedio no se convierta en enfermedad.
Vía | La Nación En Bebés y más | El estrés en el embarazo afecta al bebé