En esta época del año uno de los juguetes estrella son los pomperos. Suele ser un juguete barato con el que los niños se lo pasan en grande en el parque, en la playa o en la piscina, pero puede no ser del todo inofensivo. Facua acaba de retirar más de treinta juguetes para hacer pompas por riesgo de asfixia, infecciones y lesiones.
Concretamente son veintinueve pistolas de plástico para hacer pompas de jabón y otros tres juegos de similares características.
El principal motivo por el que se ha prohibido la comercialización de la mayoría de ellos es la presencia de cantidades elevadas de microorganismos aerobios mesófilos en el agua jabonosa, algo que se ha detectado en todos menos uno de los modelos y puede ocasionar infecciones en caso de ser ingerido.
En algunos productos se ha detectado también una cantidad superior a la permitida de ftalatos, una sustancia química que puede resultar peligrosa para los niños.
Por otra parte, han visto que los juguetes suelen romperse con facilidad (por eso algunos son tan baratos, la calidad deja mucho que desear) dejando bordes o aristas cortantes que pueden provocar lesiones en los pequeños.
Otro de los fallos más comunes que es las pilas queden al descubierto porque el mecanismo de cierre ya no funcione, incumpliendo los requisitos de seguridad establecidos en la normativa comunitaria.
Es por eso que los treinta y dos juguetes han sido incluidos en la red de alerta de productos no alimentarios peligrosos, que coordina el INC, dependiente del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. En el sitio de Facua podéis acceder a la lista completa con la información de los fallos de cada uno de los modelos.
Es increíble la fascinación que tiene los pequeños por las pompas de jabón pero está claro, que como cualquier otro juguete, debemos tener en cuenta algunas precauciones de seguridad antes de comprarlos.