Cuando hablamos del comportamiento pasivo-agresivo, nos referimos a las acciones y palabras que expresan sentimientos negativos, como la ira, el enojo o la hostilidad, de forma indirecta u oculta. Es decir, en vez de ser directos y expresar cuando algo nos molesta, realizamos actos o decimos palabras que demuestren casi de manera imperceptible lo que sentimos.
Así, si nuestra pareja que ha hecho algo que nos molesta o que estamos enojados porque no hizo algo que le correspondía, en vez de decirle algo directamente fingimos que "no pasa nada"... pero aplicamos la ley del hielo.
Otro ejemplo puede ser en el ambiente de trabajo. Digamos que alguien propone un plan de acción o trabajo en equipo, pero en vez de decir que algo no nos gusta (ya sea por evitar conflictos o por no alargar más la reunión) no decimos nada y pretendemos estar de acuerdo. Sin embargo, a la hora de actuar hacemos cosas que afecten el plan porque realmente no estábamos conforme con él, como retrasar los avances, aplazar entregas u "olvidar" lo que nos correspondía hacer.
Aunque hay personas tóxicas con este comportamiento, caer en actitudes pasivo-agresivas es algo que nos puede suceder a todos, especialmente si no sabemos gestionar adecuadamente nuestras emociones o no logramos comunicarnos de manera efectiva. Estos son seis ejemplos de las frases pasivo-agresivas más comunes que podemos llegar a decir en determinados momentos, de acuerdo con los psicólogos.
1) "Me alegro por ti"
Aunque esta frase puede parecer una expresión genuina de felicidad por el éxito de otra persona, a menudo se usa de manera pasivo-agresiva. Sucede que detrás de esas palabras puede esconderse un poco de envidia o resentimiento, reflejando la percepción de que la situación no es del todo justa (o que al menos, así la percibimos).
Es totalmente normal sentirse feliz por los logros de alguien más y, al mismo tiempo, estar un poco molesto por nuestra propia mala suerte. En lugar de dejar que esos sentimientos negativos se apoderen de nosotros, puedes felicitar sinceramente a la otra persona y pedirle algún consejo.
2) "Lamento que te sientas así"
Esta frase puede parecer una disculpa genuina al señalar que lamentamos lo que está pasando la otra persona, pero todo depende del contexto. Si rematamos con "que te sientes así" cuando hemos sido nosotros quienes hemos ocasionado el daño o incomodidad a la otra persona, estamos culpándole en lugar de asumir responsabilidad.
Aunque la intención no haya sido causar daño, el impacto de esas palabras sí que puede hacerlo, y es mucho más sincero decir: "Lo siento por haberte lastimado" o "Lamento que lo que dije te haya causado dolor." Mostrar empatía y comprensión nos ayuda a tener también una comunicación más abierta y sincera.
3) "Está bien"
Otra frase pasivo-agresiva común es decir "está bien" cuando en realidad estás molesto por algo, como el ejemplo de la pareja que compartíamos al inicio. Y es que en ocasiones, cuando decimos esta frase, estamos esperando que la otra persona se dé cuenta por sí misma de nuestro enfado. Pero nadie es adivino ni lee las mentes.
Lo mejor y más efectivo para expresar nuestros sentimientos es siendo sinceros y decirle directamente a la otra persona cómo nos sentimos realmente.
4) "Lo que sea / Como sea"
Esta frase es una que podemos decir en situaciones donde hemos querido explicar algo, como nuestro punto de vista u opinión, pero sin tener éxito: nos rendimos o resignamos y terminamos diciendo "lo que sea" o "como sea", o incluso "da igual". Aunque, por supuesto, no nos da igual.
Si bien es perfectamente comprensible que nos podamos sentir frustrados ante situaciones así, es importante abordar el problema y esforzarnos un poco más, de otro modo, podemos resentirnos con la otra persona. A veces tener una buena comunicación conlleva esfuerzo y trabajo, pero los frutos de ellos nos ayudan a tener relaciones más sinceras.
5) "Si tú lo dices"
Esta frase es similar a la anterior, pero suele decirse cuando somos nosotrso los que no estamos de acuerdo con la otra persona. El problema, es que es una frase despectiva y que sugiere que la opinión o perspectiva del otro no es digna de confianza o no tiene validez.
Una base de las buenas relaciones es entender y aceptar que no siempre vamos a estar de acuerdo y que debemos ser abiertos a escuchas las opiniones y pensamientos de otros - que son tan valiosos como los nuestros. Si no estamos de acuerdo, siempre podemos pedirle al otro que nos explique más o simplemente intentar comprenderle y recordar que cada cabeza es un mundo.
6) "Simplemente eres demasiado sensible"
Finalmente, entre las frases pasivo-agresivas encontramos esta que se dirige directamente a los sentimientos y personalidad del otro. Decirle a alguien que es "demasiado sensible" resta importancia a sus sentimientos y sutilmente desplaza la culpa hacia ellos por tener una reacción emocional a algo que hicimos, algo muy parecido a lo que explicábamos en la segunda frase.
Un enfoque más saludable sería reconocer el dolor y tratar de comprenderlo, además de hacernos responsables de lo que nuestras acciones pudieron causar en la otra persona.
Foto de portada | Henri Mathieu en Pexels