A menudo conocemos historias de nacimientos realmente asombrosas, como la que os traemos hoy de un bebé que nació cuatro años después de la muerte de sus padres, gracias una madre sustituta y tras una larga batalla legal en China.
Shen Jie y Liu Xi, una pareja en la ciudad oriental china de Yixing, tenían planeado ser padres, pero perdieron la vida en un accidente automovilístico. Antes de morir, habían conservados óvulos fecundados listos para su implantación. De hecho, lo tenían programado para los días posteriores al accidente, pero no pudo ser.
Su única esperanza de tener un nieto
Llevaban dos años casados cuando la pareja murió el 20 de marzo de 2013. Habían intentado tener un hijo pero al no conseguirlo, decidieron recurrir a un tratamiento de fertilización in vitro.
Ambos eran hijos únicos (según la política de hijo único vigente en China hasta 2015), y cuando murieron, los padres de ambos decidieron utilizar esos embriones y acudir a la maternidad subrogada para continuar con la familia.
Pero la maternidad subrogada es ilegal en China, por lo que debieron atravesar una complicada batalla en los tribunales para conseguir los embriones y poder llevar a cabo el procedimiento en otro país.
Otra complicación era que el niño tuviese la nacionalidad China, por lo que la madre subrogada entró al país con un visado de turista para dar a luz en territorio chino.
Finalmente el pequeño nació el pasado 9 de diciembre y su abuela materna lo llamó Tiantian, que significa "dulce dulce", y obtuvo la ciudadanía china después de que sus abuelos se realizaran las pruebas de ADN necesarias que confirmar el vínculo con el niño.
Vía | NYTimes
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