Pensábamos que lo habíamos visto todo en las pantallas de televisión y nos sorprende este inverosímil programa. Está siendo líder de audiencia en Pakistán un programa de televisión que “regala” bebés abandonados a parejas sin hijos.
El programa se titula “Amaan Ramzan” (“Paz en Ramadán”) y es una versión especial del programa de entretenimiento religioso que Hussain presenta durante todo el año en la cadena Geo, un concurso con varios premios. Y entre los electrodomésticos se han colado los bebés.
Aamir Liaquat Hussain es el controvertido presentador de televisión que, entre telepredicador y estrella mediática, protagoniza este programa y lo defiende fervientemente ante las críticas. Pero, ¿cuál es el contexto que ha llevado a que surja un espacio de estas características, impensables en nuestro entorno?
En Pakistán cada día son abandonados bebés, por causas diversas (falta de recursos para mantenerlos, demasiados hijos, niñas no deseadas, bebés fuera del matrimonio…), aunque según UNICEF no existen estadísticas fiables sobre el abandono de niños en un país en el que no hay una normativa sobre adopción homologable a la de los estados occidentales.
Hay una ONG, la Asociación Benéfica Chhipa, que en este país de hace cargo de estos niños abandonados que tienen cerrada la adopción, ya que no está regulada legalmente en Pakistán. Como la adopción es contraria a la ley islámica, cuando se da el caso de un niño sin padres y alguien que quiere encargarse de él se acude a un juez para pedir su guardia y custodia.
Pues bien, es esta misma ONG encargada de los niños abandonados (decenas cada mes) la que ha decidido dar los niños al programa de televisión para que encuentren padres de esta manera “circense”.
Hacer un circo de una penosa realidad
Tiene razón el famoso presentador cuando se pregunta qué sería de esos bebés abandonados, si no será su futuro mejor con esos padres que desean tener hijos y no pueden. Y puede que tenga razón. A favor de esto tenemos que los bebés no son entregados a los primeros que pasen, sino que las parejas sin hijos son entrevistadas y preseleccionadas para dar ”el premio”.
Pero es que lo que no me parece ético es que de este gran problema que existen en el país se quiera hacer un circo, exponiendo públicamente a los bebés y considerándolos “el trofeo” como si fuera un jamón, unos corticoles o un apartamento en Torrevieja.
De hecho los bebés se entregan en el contexto de un programa al estilo de “El precio justo”, donde hay varios premios para los concursantes, desde lavadoras, microondas, motos a… bebés.
Tampoco me parece ético que se aprovechen de los sentimientos de unos padres que suelen ser de bajo nivel social y cultural para igualmente exponerlos en la televisión. Porque ellos no saben que van a recibir un niño en directo.
Que hagan de todo este contexto injusto un espectáculo morboso en aras de la lucha por la audiencia más que en aras del bienestar de los niños. Porque si el fin es ese, ¿no se puede hacer de una manera discreta, preservando la intimidad de los afectados, atando legalmente todos los cabos?
Porque si la adopción carece de un marco legal aquí, ¿sí se acepta la “donación”? (no sé cómo llamarlo, la verdad). ¿Qué pasa si con estos niños si las leyes cambian en el futuro? ¿De verdad los padres son los adecuados para el niño? ¿Con qué criterios se han escogido?
Pero claro, si todo este proceso se hiciera en privado entonces se perdería un espectáculo que tan buenos datos de audiencia da en las pantallas. Y es que este es el resultado de la liberalización de la televisión en Pakistán y la lucha de audiencias entre las cadenas.
En defensa del programa…
Ante la polémica que ha despertado internacionalmente este concurso (también algunas voces críticas se atreven a mostrarse en Pakistán) el presentador Aamir Liaquat Hussain ha alzado la voz defendiendo su programa. Para él, orador incansable, expolítico y showman (que se hace llamar “doctor” aunque carece de tal título) no es sino "una muestra de amor sublime":
Hemos creado un símbolo de paz y de amor, ese es el lema de nuestro espectáculo, extender el amor. Estoy dando un ejemplo. Entregar un niño abandonado a una pareja sin hijos.
En definitiva, tanto Hussain como la ONG que le abastece de los bebés defienden el programa como una forma de concienciar a la gente de que no se puede “abandonar a los hijos como si fueran animales” y una forma de dar un futuro mejor a niños abandonados.
Por supuesto, desde la ONG dicen que no hay nada de dinero por medio, y que seguirán entregando bebés abandonados al programa “mientras se los pidan”.
En definitiva, estamos ante una muestra de una penosa realidad que no tiene rubor en mostrarse públicamente de una manera bastante dudosa legalmente y a mi modo de ver censurable.
No está mal que haya saltado a los medios, porque así sabemos que cada día se abandonan bebés (sobre todo niñas) en un país que no hace demasiado por evitar esta situación ni por velar por los derechos de los niños. Aunque no sé si servirá de mucho que el mundo se haga eco de esto…
Se hace espectáculo de todo y realmente no es el interés y el bienestar del bebé lo que prima, sino otras cuestiones. Todo sea por la audiencia, hasta regalar un bebé abandonado en un concurso de televisión. ¿Qué será lo próximo?
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