La anemia es una de las enfermedades que pueden complicar el embarazo si no se mantiene a raya. Durante la gestación aumenta el volumen del plasma sanguíneo por lo que la mujer necesita aumentar el consumo de alimentos ricos en hierro para garantizar el aporte de oxígeno que requiere el bebé para crecer sano.
Aproximadamente la mitad de las embarazadas presenta algún grado de anemia, especialmente a partir de la semana 20 de gestación, sin embargo no siempre son necesarios los suplementos nutricionales de hierro pues pueden incrementar el riesgo de parto prematuro y bajo peso. La mayoría de las veces basta con asegurarse incluir en la dieta de la embarazada alimentos que proporcionen la dosis de hierro necesaria.
Las necesidades de hierro en el embarazo aumentan de 1-2,5 mg/día al principio hasta 6,5 mg al final del embarazo. Una dieta equilibrada es suficiente para compensar esta requerimiento pues el organismo de la embarazada es tan sabio que también va aumentando la capacidad de absorción del hierro a medida que avanza la gestación.
Por tanto, lo que debes procurar es ingerir alimentos con alto contenido de hierro como por ejemplo acelgas, espinacas (y vegetales de hoja verde en general), almendras, lentejas, pescados y mariscos y carnes rojas
Es importante también combinar estos alimentos con alimentos ricos en vitamina C, como kiwi, naranja o limón, ya que contribuyen a que el hierro sea mejor absorbido por el organismo.
Por su parte, hay alimentos que limitan la absorción de hierro como los lácteos, por tanto se deben consumir en tomas distintas a las que contienen hierro. Además, se debe limitar el consumo de café y té que también impiden su absorción.
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En Bebés y más | Durante el embarazo, mantén la anemia a raya