Los alimentos transgénicos forman parte de nuestra dieta desde hace más de una década. Desde entonces son muchas las personas que dudan de su seguridad que piensan que podrían provocar efectos nocivos en nuestro organismo.
En el año 2002, tanto la OMS como la FAO (Food and Agriculture Organization) declararon que dadas las pruebas disponibles y los estudios realizados la probabilidad de que los alimentos transgénicos supusieran un riesgo para la salud eran muy remotas.
Sin embargo, un estudio reciente publicado en marzo muestra la presencia de diferentes toxinas derivadas de los cultivos transgénicos en mujeres no embarazadas, en mujeres embarazadas y, lo más preocupante, en los fetos.
Resultados del estudio
El estudio se ha llevado a cabo en Québec (Canadá) y en él se observa que la toxina Bt, producida por la soja y el maíz modificados, aparece muy frecuentemente en estos grupos de población.
Concretamente se observó la presencia de dicha toxina en el 83% de las muestras de sangre de mujeres embarazadas, en el 80% de muestras de los fetos y en el 69% de las mujeres no embarazadas.
Ni las mujeres que participaron en el estudio ni sus parejas trabajaban con insecticidas ni tenían relación con la comida transgénica más allá de su consumo. Por eso se dedujo que la presencia de dicha toxina en la sangre se produce por el consumo de alimentos que contienen maíz o soja transgénicos.
Además de la toxina Bt, también se halló herbicida glifosato, cuya seguridad en humanos está en entredicho (la OMS lo considera "levemente tóxico" y la Agencia de Protección Ambiental - EPA - ha encontrado en más de una ocasión datos científicos manipulados acerca de su seguridad), en un 5% de las mujeres embarazadas, herbicida glufosinato, del que la Comisión Europea ha dicho que "puede causar daños fetales" y que "puede afectar la fertilidad”, en un 18% de mujeres no embarazadas y 3-MPPA, que es el producto metabólico del glufosinato, que se encontró en un 100% de las mujeres embarazadas y en igual proporción en los fetos y en un 67% de las mujeres no embarazadas.
¿El primer estudio que muestra la cantidad de toxinas en sangre?
Me cuesta mucho creerlo, y de ser cierto me parece increíble y deplorable, pero parece ser que este estudio es el primero que se lleva a cabo para mostrar la presencia de restos de plaguicidas utilizados con alimentos transgénicos en la sangre de una mujer no embarazada y en la de las mujeres embarazadas y sus fetos:
To our knowledge, this is the first study to highlight the presence of pesticides-associated genetically modified foods in maternal, fetal and nonpregnant women’s blood.
Conclusiones tras el estudio
Los autores del estudio declaran que, vistos los resultados y sabiendo que los restos de plaguicidas hallados en sangre son potencialmente tóxicos, es imperativo realizar más estudios, sobretodo en aquellos productos que pasan la barrera placentaria llegando a los fetos.
Los efectos de dichas toxinas en el embarazo de las mujeres se desconocen, aunque según comentan, podrían estar relacionados con abortos, prematuridad, crecimiento intrauterino retardado y preeclampsia, además de algunos problemas relacionados con la fertilidad, tales como intertilidad, endometriosis y cáncer de útero.
Dicho de otro modo, es posible que los alimentos transgénicos sean inocuos para nuestra salud, ya que hasta la fecha no se ha demostrado lo contrario, pero parece ser que al comerlos, de rebote, ingerimos las toxinas de los plaguicidas que se utilizan para su cultivo.
Ante estos datos y estas sospechas, coincido con los autores en que son necesarios estudios que ayuden a mostrar luz detrás de tanta sombra, aunque viendo que éste es el primer estudio en quince años que muestra estos datos, y sabiendo que hay científicos retocando resultados para dar como seguros algunos de estos pesticidas, difícil lo tendremos para saber cuál es la verdad verdadera (valga la redundancia).
Vía | Som lo que sembrem (en catalán) a través de Criatures Más información | Estudio en pdf Foto | G u i d o en Flickr En Bebés y más | Guía roja y verde: no a los transgénicos en la alimentación infantil, Proyecto europeo para detectar contaminantes químicos en los alimentos, Menú ecológico por primera vez en un colegio sin coste adicional