La empresa especializada en servicios profesionales PWC ha elaborado un informe que pretende anticipar el futuro de España para facilitar la toma de decisiones y responder a los retos. Me resulta especialmente interesante porque puede servir para saber cuáles pueden ser las claves para nuestros hijos que en esa época, y según las edades a las que nos dirigimos en el blog, estarán en la década de los veinte a los treinta. El informe, que está accesible al final de la página, proyecta escenarios de PIB (producto interior bruto), de empleo y analiza factores de crecimiento de España.
Del informe, que recomiendo revisar, extraigo algunas ideas que me parecen relevantes. Así parece que Occidente pierde peso en el orden mundial y que tanto las potencias emergentes como los efectos de la globalización no permiten saber quién puede dominar la economía. El ejército ya no será diferencial y con una gran diversidad política e ideológica en el mundo las empresas tendrán que responder a la complejidad de los mercados. La economía mundial crecerá por el Pacífico, con Asia y Estados Unidos tirando fuerte, y Europa y Japón tendrán muy limitada su capacidad de crecimiento. En un mundo muy global habrá entidades muy grandes que tendrán que ser gestionadas con visión mundial. Y la innovación será fundamental por lo que aparecerán nuevos modelos productivos, habrá alta demanda de talento y mucha movilidad laboral. Además la tecnificación y la utilización de la tecnología en los procesos de fabricación animará las desigualdades entre los trabajadores y los retos que dicen algunos es que tendremos que aprender, desaprender y volver a aprender continuamente.
Nuestros hijos van a ser más autónomos, más libres para elegir, con poder de decisión y de organización sobre los países y crearán una nueva clase media. El incremento de la esperanza y de la calidad de vida, el descenso de la natalidad, el auge de las ciudades y los movimientos migratorios serán algunas de las claves demográficas del mundo en el que además crecerá la presencia de las mujeres en la sociedad. Y por último, la presión sobre los recursos naturales aumentará de forma significativa con una fuerte competencia entre Estados y empresas por asegurarse su suministro.
Aquí dejo un vídeo incrustado con la información clave del documento presentado:
Así que los retos globales, que tendrán su reflejo en España, nos exigen realizar cambios y reformas, como disponer de una Administración Pública con foco en la política exterior, prestar atención a Asia, impulsar la internacionalización de las empresas y abrir nuevos mercados en Latinoamérica, consolidando la posición actual, y en África. Hay muchos más retos, porque nuestros hijos tienen que trabajar en un entorno que impulse la innovación y la productividad con seguridad jurídica, con la participación del sector privado y con cooperación público-privada. Además hay que reducir la vulnerabilidad energética e impulsar la eficiencia. Y para compensar los efectos del envejecimiento y preservar el Estado del bienestar es necesario fomentar la natalidad y alargar la vida laboral, impulsar la inserción laboral de la mujer y consolidar un modelo de integración para la segunda generación de inmigrantes que llegue a España.
Más objetivos a cumplir son invertir en capital humano y reducir la brecha generacional, ofrecer un marco educativo que impulse el talento también en las empresas, fomentar la igualdad de oportunidades y la meritocracia, favorecer la transparencia en la Administración Pública. Y también hay que mejorar en las empresas, impulsando la internacionalización y asumir el carácter estratégico y mejorar el análisis de riesgos para anticipar situaciones no deseadas. También las empresas tenderán a la multilocalización, serán catalizadores entre lo político y lo social, se unirán para ganar músculo y sus trabajadores serán multiculturales y con talento. Y es que los empleados tendrán formación en diversas culturas, habrá mayor presencia de extranjeros en la dirección y en los consejos de administración, se crearán nuevos patrones de consumo entre las clases medias emergentes, habrá productos y servicios para los mayores de 65 años.
Si interpretamos estas conclusiones y la situación actual creo que tengo que estar tranquilo, tengo una hija, se está formando en usos y aplicaciones de la tecnología y vive en una zona cómoda para enfrentarse a los retos. Aunque hay que espabilar porque tendrá que viajar fuera de España en cuanto y formarse en idiomas, culturas y necesidades. Y cuando vuelva, tendrá que construir negocios emprendedores que aunque duren poco le exigirán reinventarse de forma permanente. La otra opción es mantenerse en España, en la Administración Pública, y contribuir a que la gestión sea más eficiente. Y más opciones, porque hay profesiones como Licenciado en Derecho, en Economía o en Ingenierías que le pueden abrir puertas para esas empresas tan grandes y globales. Ella tendrá que elegir.
Y en el año 2033, si llego, podemos recuperar este artículo, o lo que quede de Internet entonces, y ver qué ha pasado. Seguro que nos reiremos aunque por ahora hay que ponerse a ello por lo que pueda pasar.
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