Nunca creí que el ADN pudiera lucir tan bien en la pared de una casa, y más me gusta si tenemos en cuenta que se trata de la identidad genética de tu propio bebé.
El procedimiento consiste en tomar una muestra de ADN del bebé de forma no invasiva, procesarla con un gel junto con una luz especial que le dan ese efecto fluorescente y luego captar la imagen final con una cámara, digitalizarla e imprimirla en una lámina con tintas que no pierden el color.
De esa forma se transforman la secuencia de ADN de tu bebé en una obra de arte única e irrepetible.
Es una buena idea si estás buscando cuadros originales para decorar las paredes de tu casa, aunque éste merece un sitio muy especial.
Y cuando te pregunten quién es el artista, podrás decir que tú mismo.
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