La mayoría de las veces los inventores desarrollan nuevos productos que nos hacen la vida más fácil, o al menos eso dicen. Pero hay veces que la buena intención del inventor choca de frente con la utilidad del invento, provocando que en el mejor de los casos el invento sea un trasto inútil que acumule polvo en algún trastero.
Hoy os traigo algunos ejemplos de desafortunados inventos para niños de principios de siglo XX, todos creados con buena intención, aunque supongo que con idea de ayudar más a los padres que a los pequeños sufridores de dichos "trastos".
El Baby Walker: Septiembre 1939
La mayoría de los padres enseñan a sus hijos a caminar sujetádolos por los brazos o con la ayuda de un andador. El problema, es que la primera opción suele terminar con la espalda del progenitor amenazando con quedar en forma de "L" para el resto de los días y esto se agrava de forma directamente proporcional a la diferencia de altura entre hijo y maestro. Un ingeniero suizo (que la historia ha preferido mantener en el anonimato) pensó que sería buena idea sujetar los pies de su hijo a los suyos mediante unas tablas de madera con anillas. De esta forma él podría dirigir los pasos del infante. Para mantener el equilibrio del pequeño diseñó una especie de arnés al que iba enganchado una cuerda y así controlar la verticalidad.
Lámpara de rayos U.V. para marcar bebés: Diciembre 1938
Uno de los miedos más comunes en las maternidades de todo el mundo, es que salgamos de ellas con un bebé que no sea el nuestro y así tanto padres, como personal hospitalario se esfuerzan por que esto no suceda, fruto de este esfuerzo se han desarrollado diferentes sistemas, pero desde luego ninguno tan desafortunado como la lámpara de rayos ultra violeta que marcaba (o más bien habría que decir, quemaba) las iniciales de los padres en la piel del bebé. Estas marcas se iban unos días más tarde, pero ya ven, el bebé salía con su primera quemadura solar. Supongo que los padres se preguntarían por qué su hijo lloraba tanto.
Baby Holder: Octubre 1917
No se crean ustedes que es algo nuevo eso de que haya compañías con zonas libres de niños y que haya quienes protesten por tener que viajar junto a bebés, ya el siglo pasado teníamos a esta "clase" de gente.
En 1917 los directivos de una empresa de ferrocarril (la noticia no dice de qué empresa se trata, pero espero que sus dueños recibieran un pago acorde con su catadura moral) contestaban a las preguntas de los periodistas después de que se presentara el "baby holder" :
"Hemos estado esperando durante años a que algún inteligente inventor apareciera con algún dispositivo para solucionar el problema de los niños escandalosos durante la noche. Sugerimos un sistema hermeticamente sellado e insonorizado (Si, han leído bien).Pero Caleb M. Prather,de Evanston, Illinois, (quién es el inventor del "tubo" que ven en la ilustración), no nos ha hecho caso en un par de detalles."
Desafortunadamente para estos individuos y afortunadamente para los bebés, el diseño de Prather presentaba unos orificios de ventilación permanentes para que el bebé pudiera continuar con ese desagradable vicio de respirar oxígeno. Tenía una abertura que permitía dejar al bebe dentro durante el día y cerrarla mientras estuviera durmiendo.
"A pesar de su conveniencia", continuaban afirmando los directivos, "debemos de transmitir los pocos beneficios para el personal en los alrededores del bebé, pues al no estar insonorizada deben seguir escuchando su llanto. Si el inventor hubiera mantenido las propuestas que le hicimos conocemos a unos cuantos solteros que estarían dispuestos a comprarse unos cuantos."
Estos ha sido unos ejemplos de desafortunados inventos para niños de principios del siglo XX, perdonadles porque no sabían lo que hacían.