Es innegable que prácticamente todos los políticos, empresas, organismos, etc., predican que la igualdad entre mujeres y hombres se encuentra presente en nuestra sociedad, ponen como ejemplos el mayor número de mujeres en el parlamento u otros cargos que puedan ostentar. Las empresas hacen algo parecido, pero también existe una realidad palpable, bajo ese manto de igualdad aparecen los prejuicios que puede proporcionar, por ejemplo, el embarazo de una empleada.
En Bebés y más ya hemos relatado en alguna ocasión casos en los que la discriminación por embarazo es evidente, aunque también se dan casos en los que el sistema puede equivocarse porque no tiene en cuenta algunos factores como en el caso del post Ceguera en la inspección de la Seguridad Social con una futura mamá.
Hoy conocemos la historia de Ana, una madre que fue despedida a causa de la maternidad por el ayuntamiento de su localidad. Lleva ya un par de años reclamando a la justicia su reincorporación a su puesto de trabajo y la justicia le ha dado en todas las ocasiones la razón. Sin embargo, a pesar de contar con este valioso apoyo, esta madre no puede volver a su labor en el ayuntamiento porque éste argumenta que no hay dinero en el presupuesto para cubrirlo. El trabajo estaba antes de quedar embarazada, con lo que este argumento no tiene mucha validez, además hay que ser consecuente y asumir los errores, si no hay dinero, lo propio es hacer una junta extraordinaria y plasmar el problema para buscar una solución. Ana no tiene en absoluto ninguna culpa y mucho menos su hija de dos años, precisamente son los años que esta mamá lleva sin trabajar por el despido improcedente que se realizó.
Ana mantiene su postura y su lucha, es de ley que se le devuelva su puesto de trabajo y más conociendo las circunstancias en las que se produjo el despido.
Al parecer, en el séptimo mes de embarazo, se sucedieron varias hemorragias que podrían poner en peligro la vida del futuro bebé, el médico le indicó que debía guardar reposo absoluto y así lo comunicó a la alcaldía, a los 7 días la sorpresa llegó cuando recibía la comunicación de su despido.
Lo más irónico es la justificación que le proporcionaron, que se despedía a todas las madres cuando estaban embarazadas y posteriormente se readmitían. La realidad es esa, todavía se dan casos en todos los ámbitos donde un embarazo representa entorpecer el trabajo y la solución más viable es el despido.
Es necesario denunciar este tipo de hechos para que de una vez por todas, el embarazo sea contemplado como algo natural y necesario para la continuidad del mundo, luego son los ayuntamientos los que se lamentan de la baja natalidad de su pueblo o ciudad. No estaría de más que el alcalde que despidió a Ana diera un vistazo a la normativa del gobierno español sobre el embarazo y el trabajo.
¡Suerte Ana!
Vía | Rojo y Negro Más información | Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales de España En Bebés y más | Discriminación en el trabajo por ser madre En Bebés y más | Mobbing maternal, una situación real En bebés y más | ¿Incide la situación laboral en el aborto?