El desayuno perfecto para que los niños empiecen bien el día

El desayuno perfecto para que los niños empiecen bien el día
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Son muchos los niños que reconocen que no desayunan. Según datos del Ministerio de Sanidad y Consumo de España, sólo el 7,5% de los peques toma un desayuno equilibrado. Un 20% de la población infantil y juvenil sólo toma un vaso de leche, mientras un 56% acompaña la leche sólo con algún producto que contiene hidratos de carbono.

Como todos sabemos, el desayuno es la comida más importante del día. Y es que cuando los peques no desayunan bien, no tienen la energía y la vitalidad necesarias para afrontar el esfuerzo físico e intelectual que les exigen las actividades escolares.

El desayuno perfecto para nuestros peques debería contener: fruta, lácteos y cereales para aportar a la dieta de los niños todos los nutrientes que necesitan.

La opción más saludable sería un vaso de leche, un zumo de frutas naturales, preferiblemente de los no envasados y siempre antes de los lácteos, y pan o tostadas, aunque como no siempre es posible se les puede variar y ofrecerles unos cereales.

En los supermercados existe una gran variedad de cereales de desayunos para los peques, aunque siempre conviene revisar que sean lo más sanos posible aunque nos gusten sus colorines, imágenes o promociones coleccionables. Así que hay que intentar que en su composición no lleven demasiado chocolate y/o azúcar. Además hay que revisar los que tengan poca fibra porque se elaboran con harinas refinadas. Por ello, los nutricionistas nos recomiendan que los tomen con moderación, aunque siempre serán mejor opción que alguna bollería industrial. Porque ésta aporta nutrientes de baja calidad con un exceso de grasa, harinas refinadas y gran cantidad de azúcares y aditivos.

Si no queda otro remedio porque es lo único que les gusta, es mejor recurrir a las opciones más sanas como las galletas de trigo de toda la vida. Los celíacos y los alérgicos a la proteína de leche de vaca también tienen productos que excluyen el gluten y los lácteos.

Aún así, intentemos que tomen un zumo natural de naranja, su vaso de leche (si no les gusta la leche podemos sustituirlo por yogur o leche ligeramente chocolateada) y su pan con tomate y aceite, mermelada, mantequilla o margarina.

No se trata de convertir el desayuno en una batalla sino en ir progresivamente acostumbrándoles a desayunar de forma equilibrada y variándoles el desayuno para que no les aburra. Además, una vez a la semana, podemos darles algo de bollería, otro día pueden desayunar proteínas como una tortilla o jamón cocido, cereales, etc. El objetivo es que no se vayan de casa sólo con un vaso de leche o agua en el estómago, ¿verdad?

En Peques y Más| El desayuno es imprescindible en los niños Imagen | Marcela Escandell

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