Según donde viváis es posible que estéis acostumbrados a mosquitos y arañas de tamaño relativamente grande, pero donde yo vivo no es habitual. Así que cuando vemos un mosquito grande o una araña de largas patas nos ponemos todos de los nervios (yo incluido), por ver quién es el valiente que echa de casa al "animal".
En Australia el tamaño de las arañas es lo que aquí yo llamaría gigante, por eso veo el vídeo que os traigo hoy y, horrorizado, observo como la niña se acerca a tocarle porque no le tiene ningún miedo (cosa que por otra parte me parece lógica).
Por qué no le tiene miedo a la araña
Si os preguntáis por qué no le tiene miedo, la razón es obvia, porque aún no es capaz de razonar por qué debe temerle. Nosotros sabemos que nos podría morder, o saltar a la cara, o al brazo, o todas esas cosas que vemos en las películas que tanto nos asustan. Un bebé no sabe nada de eso. Solo ve una cosa que mueve sus patitas y le llama la atención hasta el punto de querer tocarla para descubrir qué es.
¿No es peligrosa?
No especialmente. Son arañas habituales en Australia que se alimentan de insectos y de lagartijas. Tienen veneno, pero no se considera lo suficientemente peligroso como para hacernos daño. No suelen ser agresivas con los humanos, pero si se sienten amenazadas pueden atacar para defenderse, o para defender sus huevos.
Yo, por si acaso, ni la tocaría, ni dejaría que mi hija se le acercara. ¡Si solo de imaginarla en mi casa me pongo malo!
Vía | El Comercio
Vídeo | La Prensa
Foto | Thinkstock
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