El suicidio es (según la Organización Mundial de la Salud) un problema grave de Salud Pública, y por lo tanto debiera requerir la atención de la sociedad y administraciones competentes (Sanidad y Educación principalmente). La prevención del suicidio es posible en cuanto a proveer las condiciones para la educación de los jóvenes y niños, tratamiento eficaz de trastornos mentales, y control de los factores de riesgo.
María Elena Rivera Heredia (de la Facultad de Psicología / Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo – México) es una de las coordinadoras de un documento sobre “La prevención del suicidio entre adolescentes”. En el texto publicado en 2010 se alerta de que (según estadísticas recientes) cerca del diez por ciento de jóvenes mexicanos han intentado suicidarse.
En el mismo año pudimos leer en diferentes medios de comunicación que ‘esa grave autoagresión había pasado a ser la primera causa de muerte violenta en España’, y también que ‘en 2009 casi un 5 % de los fallecidos por suicidio eran adolescentes’.
En lo que no parece haber acuerdo es en la posición de las tasas de suicidio de nuestro país respecto a otras naciones. Algunas fuentes nos sitúan entre los países con más suicidio, otras afirman que se producen menos sucesos de este tipo que los registrados como media en Europa. Una muerte prematura es un hecho lamentable y dramático, más si se trata del suicidio. Decidir morirse a los 14 años, cuando falta tanto por vivir, es un ejemplo de ello. De acuerdo a recientes estadísticas, cerca del diez por ciento de jóvenes mexicanos han intentado suicidarse (María Elena Rivera)
No todos los jóvenes que han vivido situaciones difíciles intentan suicidarse. Algunos de ellos manejan mejor que otros el estrés y la tensión. Hay quienes incluso aprenden de las situaciones difíciles y se fortalecen con ellas. A esa capacidad se le llama resiliencia (Walsh, 2004).
Las personas que cuentan con mayores recursos psicológicos internos, así como más recursos externos, como serían los de la familia y grupo de amigos, tienen más posibilidad de enfrentar exitosamente las situaciones adversas
Al igual que sucede con la educación y prevención en drogodependencias, existen unos factores de riesgo (a controlar) y otros de ‘protección’ a tener en cuenta y potenciar.
Protección contra el comportamiento suicida:
Patrones familiares
Buena relación con los miembros de la familia;
Apoyo de la familia;
Estilo cognitivo y personalidad
Buenas habilidades sociales: confianza en sí mismo, en su propia situación y logro.
Capacidad para buscar ayuda cuando surgen dificultades, por ejemplo, en el trabajo escolar.
Saber buscar de consejo cuando hay que elegir opciones importantes.
Rreceptividad hacia las experiencias y soluciones de otras personas; y también hacia conocimientos nuevos.
Factores culturales y sociodemográficos
Integración social, por ejemplo participación en deportes, asociaciones culturales o religiosas, clubes y otras actividades.
Buenas relaciones con sus compañeros.
Buenas relaciones con sus profesores y otros adultos.
Contar con el apoyo de personas relevantes para el joven.
Desde la Universidad mencionada llevan a cabo un proyecto de investigación llamado Promoción de la salud y prevención de conductas problema en estudiantes de secundaria. Nos cuentan que ‘el intento suicida tiene una relación muy estrecha con la sintomatología depresiva y con la ideación suicida. Ésta última consiste en pensamientos que expresan la intención o el deseo de morir. La presencia de la sintomatología depresiva —y de la ideación suicida— aumenta la probabilidad del intento suicida.
En un estudio realizado basándose en estudiantes de primer grado de Secundaria (recordemos que este proyecto y estudio son mexicanos), los investigadores encontraron que la mayoría de los adolescentes que intentaron suicidarse lo hicieron a causa de un hecho detonante. El hecho por lo general, ocurre en casa: un conflicto con los padres, acompañado de la sensación de no ser suficientemente apreciado y querido por quienes le rodean.
Sin embargo, no se trata de una causa única, sino de una decisión que se va construyendo a lo largo del tiempo, y que está acompañada de factores individuales, familiares y sociales
Ya en el año 2004, la OMS alertaba ‘las tasas tienden a aumentar con la edad, pero recientemente se ha registrado en todo el mundo un aumento alarmante de los comportamientos suicidas entre los jóvenes de 15 a 25 años. Exceptuando las zonas rurales de China, se suicidan más hombres que mujeres, aunque en la mayoría de lugares los intentos de suicidio son más frecuentes entre las mujeres’
Una forma de prevenir el suicidio en los adolescentes es fortaleciendo sus recursos personales para que puedan tener más herramientas a la hora de enfrentar las situaciones problema que experimenten, como serían los problemas con la familia, problemas con los amigos y problemas consigo mismo. También se deben brindar tratamientos psicológicos a niños y adolescentes que presenten problemas psiquiátricos, así como proporcionar recursos de prevención en el consumo de drogas, puesto que muchas veces los suicidios se comenten asociados al consumo de sustancias adictivas.
Imagen | martinaK 15 Fuente | María Elena Rivera Heredia / Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. OMS En Peques y Más | La mitad de los trastornos mentales de una vida comienzan antes de los 14 años de edad. Entrevista con Amparo Ferreros, especialista en Psiquiatría Infantil, Homofobia y suicidio en niños, ¿Cuáles con las causas de los accidentes infantiles?