En la actualidad comemos más, pero esto no es sinónimo de salud, puesto que la calidad de los alimentos que ingerimos es peor que hace unas décadas. Y es que hemos cambiado los hábitos de vida, y eso se nota en nuestra alimentación.
Cada vez las grasas tienen más presencia en nuestra dieta, lo cual unido al sedentarismo, está provocando que los niveles de obesidad se acerquen a los de Estados Unidos (cifras que ya leímos en nuestro último artículo sobre la obesidad infantil), con el incremento de riesgo de problemas cardiovasculares correspondiente. Estos temas se han planteado en el I Taller sobre Alimentación y Salud organizado por Marbú Effective y la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria.
Además de una buena nutrición, los expertos recomiendan realizar actividad física al menos 30 minutos al día, controlar el peso corporal y ajustar el total de grasas por debajo del 35% (menos del 1% de trans y menos del 7% de saturadas). “La mayor parte de las grasas trans que consumimos no proceden de la naturaleza y de ahí que al organismo les cueste metabolizarlas. Por eso es importante evitarlas”, ha señalado el doctor Javier Aranceta (presidente de la SENC).
Cuando superamos el 7% de ingesta diaria de grasas saturadas, por cada 1% que excedemos de estas grasas, aumentamos un 3% en el riesgo de mortalidad cardiovascular
Como consejos prácticos, los expertos aconsejan fraccionar las comidas y a media mañana o a la hora de la merienda consumir un snack saludable. “Se pueden tomar galletas bajas en grasas saturadas complementándolas con una fruta y/o un yogur desnatado. Así estamos aportando los hidratos de carbono necesarios para el organismo y otros nutrientes de interés, como las vitaminas, minerales y proteínas”
La nutricionista Joy Ngo recomienda que “la mitad de lo que comamos sea de origen vegetal”. Y añade que “también hay que tener en cuenta las raciones que ingerimos” (que pueden ser más grandes tratándose de cereales o verduras, y más pequeñas cuando entran en juego alimentos grasos como el queso).
¿Habéis pensado las posibilidades que nos ofrece el reino vegetal para nuestra alimentación?, hortalizas, frutas frescas y secas, legumbres, cereales, semillas
Así pues las recomendaciones (por otra parte lógicas) son: prestar más atención a lo que comemos, ajustar el total de grasas por debajo del 35 %, comer muchas verduras, frutas y cereales, y realizar ejercicio físico regularmente.
En definitiva asumir que aunque cambiemos nuestros hábitos de vida, nuestra alimentación también debe ajustarse a los requerimientos de salud de nuestro organismo, y esto es algo de lo que también nos gusta hablar, porque lo consideramos un tema importante.
Imagen | PaulHami
Fuente | SENC, Marbú Effective
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