Monroy Caine es un niño de 9 años de edad que pasó sus vacaciones de verano construyendo una sala de recreativos con cartón y cinta adhesiva en la trastienda de recambios de coche de su padre. Caine esperaba que algún día tendría muchos clientes así que trabajó en sus creaciones para perfeccionarlas y ponerlas a punto.
Sin embargo el taller estaba tan alejado de todo, está en una zona industrial de Los Angeles, en Estados Unidos, sin niños y con la gente yendo en coche, que nadie jugaba en sus máquinas. Hasta que un día apareció Nirvan buscando un recambio para su Corolla del 96. Y entonces, cuando se iba, le preguntó si podía jugar una partida. Caine le dijo que por un dólar tenía dos tiros y que por dos dólares podía tirar hasta 500 veces. El plan de precios es bueno, ¿eh? así que Nirvan le pagó los dos dólares y se puso a jugar. Y se lo pasó estupendamente con las aventuras y explicaciones del crío.
En el vídeo que finalmente preparó Nirvan se pueden ver todos los detalles de la historia incluidos los sistemas de seguridad que aplicaba Caine a sus máquinas con esas calculadoras colgantes o la máquina con ganchos para coger los regalos que contiene. Sin duda un gran proceso de creatividad e imaginación el que fue aplicando el chaval con la esperanza además de convertirse en un gran emprendedor.
Así que Nirvan trabajó para rodar la película y sobre todo para conseguirle clientes a Caine y a sus máquinas. Y bien que lo consiguió porque le hizo una fiesta sorpresa en la que todo el mundo jugó, y por lo que se ve en el vídeo las máquinas respondieron con suficiencia, y sobre todo Caine fue feliz.
Aunque lo mejor no fue eso sino que en Facebook le crearon una página y empezaron a llegarle fans y también le crearon una página web en la que es posible donar. Y llevan ya ¡150.000 dólares! Que aunque no tengo ni idea de cómo se repartirá en todo caso puede haber dinero suficiente para que Caine estudie en la Universidad y practique sus ideas en condiciones y quién sabe lo que puede ser el día de mañana.
Por ahora parece que Caine dijo, cuando terminó esa jornada festiva organizada por Nirvan y a la que fueron todos esos amigos: "papá, este fue el mejor día de toda mi vida."
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