Las mujeres que trabajamos y, además, tenemos uno o más hijos solemos vivir con la sensación de que nunca disponemos del tiempo suficiente. ¡Verdaderamente frustrante!
La mayoría de las madres que trabajamos desde casa aprendemos a hacer varias cosas a la vez: contestamos llamadas telefónicas mientras escribimos o traducimos los párrafos de un artículo que debemos entregar en breve, enviamos un fax mientras empezamos a preparar la cena, etcétera. Es probable que ésta no sea la mejor solución, aunque a muchas mujeres nos funciona razonablemente bien. De todos modos, el tiempo suele rendirnos más cuando nos concentramos en una sola cosa.
Por eso, resulta fundamental saber organizarse, ser realistas, es decir, no querer hacer más de lo que es humanamente posible y, además, tener muy claras nuestras prioridades. Suena sencillo, pero ¿cómo hacemos?
Pues bien, sea cual sea tu sistema de organización, te propongo que analices estos cuatro principios básicos para aprovechar el tiempo si eres una madre trabajadora. A mí me resultaron de mucha utilidad y aquí los comparto contigo. * Aprende a clasificar y a organizar sistemáticamente tus distintas tareas y responsabilidades; de este modo no perderás el tiempo pensando en cómo vas a hacer todo lo que tienes que hacer. * Separa las cosas importantes de las triviales y dedícate sólo a las primeras. * Encárgate de tareas que tan sólo tú puedes llevar a cabo y delega todas aquellas que puedas delegar. * Confecciona a diario una lista con todo lo que tienes que hacer. Añade a tu agenda lo que te quedó por hacer de la lista del día anterior.
¡Y disfruta, disfruta todo lo que puedas! Concédete permisos, premios, sonríe porque si no disfrutas con lo que haces y siendo quien eres, difícilmente puedas comunicar sentimientos y valores positivos a tu familia.
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