El pasado jueves se publicó en la revista médica ‘the Lancet’ una revisión de informes encargada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuya conclusión principal es que los niños con discapacidad sufren actos de violencia con una frecuencia casi cuatro veces mayor que aquellos sin discapacidad.
La revisión publicada representa la prueba más sólida obtenida hasta hoy de la violencia contra los niños con discapacidad. Los 17 estudios incluidos en la revisión aportaron en total datos de 18 374 niños con discapacidad de países de ingresos altos - España, los Estados Unidos, Finlandia, Francia, Israel, el Reino Unido y Suecia - , lo que pone de relieve la necesidad urgente de efectuar investigaciones de gran calidad en los países de ingresos bajos y medianos.
Los resultados de la revisión indican:
Que los niños con discapacidad son víctimas de alguna forma de violencia con una frecuencia 3,7 veces mayor que los no discapacitados.
Estos niños resultan víctimas de violencia física con una frecuencia 3,6 veces mayor.
La violencia sexual en estos casos se produce con una frecuencia 2,9 veces mayor.
Los niños cuya discapacidad se acompaña de enfermedad mental o menoscabo intelectual son los más vulnerables, pues sufren violencia sexual con una frecuencia 4,6 veces mayor que sus homólogos sin discapacidad
Los factores que determinan que los niños con discapacidad tengan un riesgo mayor de ser víctimas de la violencia son el estigma social, la discriminación y la ignorancia con respecto a la discapacidad, así como la falta de apoyo para las personas que cuidan de ellos. La vulnerabilidad frente a la violencia aumenta cuando los niños con discapacidad son recluidos en un establecimiento sanitario. En estos y otros entornos, los niños con dificultades para comunicarse no pueden denunciar los malos tratos.
Los efectos de la discapacidad de un niño en su calidad de vida dependen en gran parte de la manera como son tratados por otras personas, subraya el doctor Mark Bellis, director del Centro de Salud Pública de la John Moores University, en Liverpool. El gobierno y la sociedad civil tienen la obligación de velar por que esa victimización sea denunciada y evitada
En el Informe mundial sobre la discapacidad, coeditado por la OMS y el Banco Mundial, se describen las intervenciones eficaces para mejorar la salud y la participación social de los niños discapacitados y se propugna que los que están recluidos en establecimientos sanitarios sean dados de alta. Es imperativo fortalecer el cuidado y la protección de los niños con discapacidad que actualmente están alejados del hogar, actuando contra la cultura y las estructuras de los centros de internamiento que empeoran el riesgo de violencia.
Prevenir la violencia también contra los niños con discapacidad
Nos cuenta el doctor Etienn Krug (director del departamento de prevención de la violencia y traumatismos en relación a la discapacidad de la OMS) que ‘los resultados de esta revisión demuestran que los niños con discapacidad son desproporcionadamente vulnerables a la violencia y que sus necesidades se han desatendido por demasiado tiempo’.
Sabemos que existen estrategias particulares para prevenir la violencia y mitigar sus consecuencias. Lo que tenemos que hacer ahora es determinar si también dan resultado en los niños con discapacidad. Es imperativo elaborar un plan de acción al respecto
Ciertos programas de inspección de los establecimientos donde se interna a niños en riesgo de sufrir actos de violencia; y la capacitación dirigida a mejorar las aptitudes de los padres para cuidar de sus hijos han dado buenos resultados para prevenir la violencia contra los niños sin discapacidad. Las medidas se describen en algunas obras como (entre otras) ‘Preventing child malreatment, a guide to taking action and generating evidence’, publicada por la OMS, así que deben ser aplicadas y evaluadas de manera prioritaria, para determinar su eficacia en niños con discapacidad.
La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, promulgada por las Naciones Unidas, destaca la necesidad de proteger los derechos de los niños con discapacidad y velar por que logren una participación en la sociedad que sea plena y en pie de igualdad. Ello entraña evitar las experiencias negativas de la violencia contra los niños, que acarrean una gran variedad de consecuencias negativas para la salud y el bienestar en etapas posteriores de la vida. Cuando la prevención fracasa, la asistencia y el apoyo de los niños que han sido víctimas de la violencia son vitales para su recuperación.
Yo me quedo con la vulnerabilidad de los niños con discapacitados que, sumada a la necesidad de proteger a todas las infancias, nos debe mover hacia la prevención de la violencia contra ellos.
Imagen | Ulrica (@Ullie) Fuente | OMS En Peques y Más | Los niños siguen sufriendo distintos tipos de violencia a pesar de la Convención sobre los Derechos del Niño, Naciones Unidas recomienda a España la aprobación de una Ley Integral sobe la violencia contra los Niños, El 95 por ciento de los niños discapacitados no va al colegio