Este año 2016 ha sido el de la consolidación de Netflix (si se le puede llamar de alguna manera, porque dicen que son muy pocos los hogares españoles los que cuentan con el servicio), y además el de la llegada de HBO. Dos canales de vídeo bajo demanda que están haciendo las delicias de mucha gente, dado que así pueden ver películas y series cuando tienen tiempo, y no cuando las emiten en la tele.
El caso es que somos muchos los padres y madres que disponemos de alguno de estos servicios (conozco a algunos que tienen ambos canales), y creo que hablo en nombre de todos cuando hago un llamamiento para que nos hagan algún tipo de oferta o descuentos, por los siguientes motivos:
1. Las series nos duran meses
Los bebés duermen mucho, y los niños también... pero suelen hacerlo cuando nosotros estamos despiertos y ocupados en otras cosas, así que no suele ser posible aprovechar sus sueños para ver algo. Así, cuando por fin decidimos darle al "Play", son pocos los minutos que podemos ver sin acabar por cerrar los ojos, de manera que cuando los volvemos a abrir llevamos ya media temporada vista, pero sin haberla visto.
Vamos, que hace dos días me tuvo que alertar mi mujer de que me había quedado dormido con el móvil en la mano, con la mano encima de la cabeza de mi hijo pequeño... Los dos teníamos Netflix cerca de los ojos, pero ninguno de los dos lo estábamos viendo.
2. Lo pasamos fatal viendo el catálogo
Entramos en Netflix o HBO, vemos que hay un montón de cosas chulas por ver, y nos entra la ansiedad y las mil maldiciones... Por ahí pone algo así como "Añadir a mi lista", pero es absurdo: las listas de cuatro o cinco padres y madres saturarían los servidores de ambos servicios, porque vamos añadiendo y nunca llegamos a verlas.
3. Cuando por fin llegas a la segunda temporada ya no recuerdas qué paso en la primera
Claro, vas viendo diferentes series, las vas dejando en la lista esa absurda, y cuando por fin llegas a ver la segunda temporada de esa serie que viste hace años, ya no recuerdas de qué iba. Hace tiempo vi la primera y la segunda de Homeland. Al contratar Netflix me puse muy contento porque podría seguir viéndola, pero me da un palo impresionante ponerme a verla porque no me acuerdo de la mitad. Tendría que hacer un revisionado, y eso supondría dejar meses, sino años, otras series.
4. Tenemos que seleccionar muy bien lo que vamos a ver
Una mala elección podría suponer una pérdida de tiempo de varias semanas. Disfruté como un enano con Daredevil, me entretuvo mucho Jessica Jones, pero Luke Cage me parece un despropósito, de lo mala que es (sí, me gustan mucho la series de héroes). Pero llevo ya 10 capítulos y oye, soy de los que acaban lo que empiezan, así que ahí voy viéndola, a cachitos noche tras noche, mientras el sueño me vence, perdiendo minutos de oro en los que podría estar viendo la sexta de Juego de Tronos.
Pero no tengo HBO, así que necesitamos, los padres, una rebajita o similar, para ir a lo seguro. De Netflix podríamos coger las mejores series (Stranger Things, Narcos, etc.), y de HBO lo mismo (Juego de Tronos, The Wire, Westworld, etc.).
Así que, queridos canales de televisión bajo demanda que tantas alegrías nos dais, pensad un poco en los padres y madres agotados que solo podemos ver un par de temporadas al año y que el resto del tiempo sólo lo podemos dedicar a ver cuál es el catálogo para que cuando alguien nos diga lo buena que es una u otra serie, nos suene el título y podamos decir eso de "Ah, vale, pues la pongo en la cola esa para la que necesitaré media vida".
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