El primer recuerdo que tengo de mi hijo mayor haciendo juntos algún tipo de actividad artística es de cuando era un bebé de 10 / 11 meses. Desde entonces (y lo he hecho también con la peque) he procurado estimular la creatividad en casa dedicándoles mucho tiempo, ideando manualidades divertidas y (sobre todo) poniendo a su disposición diferentes materiales que pueden utilizar sin inhibiciones.
Así, en casa tenemos un armario con papeles y pinturas de diferentes tipos, álbumes ilustrados de manualidades, pinceles, una caja con elementos diversos que se pueden convertir en complementos (tapones de corcho, pinzas de papelería, trozos de cuerda, celo, pegamento, etc.), y muchas otras cosas diversas.
Creo que la creatividad es algo innato a las personas que empezamos a desarrollar desde el momento que somos capaces de interaccionar y comunicarnos con el mundo exterior, aunque también se puede aprender. De hecho no está solo relacionada con la expresión artística, porque básicamente nos serviría para encontrar soluciones a los problemas que se nos presentan y producir nuevas ideas. A día de hoy puedo decir que tengo un niño ‘pensador’ con una gran afición lectora, al que le gusta ponerse en el lugar de los demás, así como entender situaciones diferentes a la suya propia; y una niña inquieta con una gran capacidad para desarrollar y plasmar ideas, y mucha habilidad manual. No sabría decir cuál es más creativo puesto que la segunda será más capaz de expresar emociones y el primero de hallar respuestas.
¿Qué rasgos definen a una persona creativa?, en líneas generales deben ser seres sensibles, flexibles, originales, adaptables, con gran capacidad de abstracción / y de síntesis también, y capaces de organizarse
Pero si queremos concretar un poco más y atenernos al propósito de este post…
¿Y si tenéis un artista en casa y no lo sabéis?
Como no perdéis nada, en primer lugar decir que es conveniente no reprimir la imaginación de los niños cuando intentan crear nuevas obras. Digo esto porque muchas veces los padres tenemos ideas preconcebidas sobre lo que es un dibujo, acerca de cómo mezclar colores o que tienen que ver con las con la expresión de ideas.
A mis hijos nunca les ha gustado colorear sin salirse, y aunque hubo una temporada en la que querían que les imprimiera dibujos de Internet para pintar, ahora prefieren coger un lápiz y un folio en blanco para plasmar lo que en ese momento quieren
Quizás dejarles completamente a su aire no sea del todo una buena idea, pero nos tendríamos que limitar a sugerir, preguntar significados o inscribirles en alguna actividad especializada si vemos que tienen interés y les puede ayudar.
Consejos para orientar al pequeño creador
Es conveniente respetar sus tiempos de aprendizaje e intereses (aprovechemos que contamos con el espacio del hogar, porque en las escuelas no siempre es posible).
Animadle a tomar sus propias decisiones: ‘mamá ¿qué puedo pintar?’, ‘no sé hija ¿qué te gustaría hacer? ¿qué quieres contar? ¿qué crees que necesitas para hacerlo?
En el proceso creativo son muy importantes el aprendizaje activo y el control sobre las ideas desarrolladas.
Tanto si tenéis nociones de arte como si no, no es buena idea corregir dibujos o modificar proporciones de una escultura. Esto se entiende fácilmente cuando nos damos cuenta de que al crear también expresamos ideas.
Otra cosa es atender a sus preguntas sobre el tipo de pintura a utilizar, ayudarles a escoger el papel absorbente para pintar con acuarela, o proporcionarles indicaciones técnicas previas
Permitid que se equivoquen, porque los nuevos aprendizajes se desarrollan a partir de los errores.
Mostrad orgullosos sus obras de arte a familiares y amigos.
Es bueno incentivar el pensamiento crítico de los niños expresando vuestra opinión acerca de sus creaciones. No basta sólo con un ‘¡qué bonito es!’, resulta mucho más útil ‘me gusta la combinación de colores aunque me resultan extrañas esas formas ¿qué has querido contar?
Todos los padres tendríamos que dedicar un tiempo semanalmente a dibujar, moldear o hacer un collage de fotos con los niños, para que se vean reconfortados con la presencia de sus progenitores.
Yo no sé si tengo algún artista en casa, y la verdad es que en estos momentos de sus vidas me importa más que tengan tiempo suficiente para jugar. Pero cuando veo a mi hija utilizar pedazos pequeños de pinturas para ‘construir’ (como si de ‘el manitas de Art Attack' se tratara) espacios y personajes sobre el suelo del comedor, o hacer esculturas de rostros con verduras, me siento satisfecha por la iniciativa que demuestra.
Imagen | corsi photo En Peques y Más | El hogar se puede convertir en el espacio y medio adecuado para desarrollar las competencias básicas: arte y cultura, Cómo podemos estimular la creatividad en los niños