Tal y como os avanzamos ayer, hoy os vamos a invitar a dedicar un lugar especial en la casa para leer. Será el sitio donde todos vayamos a dejar volar nuestra fantasía, a consultar definiciones en el diccionario, a emocionarnos y a conocer animales que nunca antes habíamos visto.
Para fomentar el hábito de lectura en los niños es importante que un espacio en la casa esté dedicado solo a este fin, aunque después haya libros en los dormitorios, también en la sala de juegos, e incluso sobre la mesa de la terraza.
Con ello conseguiremos que cuando los peques necesiten un libro sepan dónde está su ‘rincón de leer’, y también que se den cuenta de que allí pueden quedarse a disfrutar de los libros sin que nadie los moleste.
El hecho de tener en casa un número considerable de libros y material de consulta también resulta un factor decisivo para que los niños se aficionen y encuentren ‘que es natural’ acercarse a la literatura
Criterios generales para organizar el espacio:
Que los libros estén a su alcance
Conseguir que el lugar esté bien iluminado (preferentemente con luz natural).
Procurar que los peques se encuentren cómodos: un conjunto de mesa y sillas adecuadas en tamaño, unos cojines distribuidos sobre una moqueta, una butaca, e incluso una colchoneta (sé que muchos nos dormiríamos con un libro en la mano y tumbados, pero uno de mis hijos lee – y mucho – en esa posición, por eso sé que no es un inconveniente).
Podemos conseguir decoración que sea relajante e invite a acudir a ‘nuestro rincón de leer’: alguna planta, cuadro con motivos infantiles pero pintado en colores suaves, un baúl de títeres para que puedan representar los cuentos si les place, etc…
Es muy importante que el sitio dónde se lea se encuentre en un lugar desde no se puede acceder visualmente a la televisión u otros elementos que puedan ocasionar distracciones. Tampoco debe estar ubicado en una ‘zona de paso’.
Pero sobre todo recordad: lo más importante es que seamos capaces de crear nuestro propio estilo que es el estilo que responde a las necesidades de cada familia. Porque en la práctica da igual si el espacio de lectura es un rincón de la habitación de los niños o la casita de juguete que hay en la terraza, no importa si los libros están en las estanterías de una sala de estar u ordenados en cajones en esa buhardilla que sólo sirve para que los peques encuentren un poco de intimidad.
Y tampoco olvidéis que si vosotros leéis ellos también lo harán, que vale la pena dedicar tiempo a acompañar este hábito tan saludable y recomendable, porque con el tiempo dará sus frutos.
Imagen | oddharmonic En Peques y Más | Los hábitos de lectura en niños españoles y el papel de la familia en el acercamiento a los libros