Es evidente que la posibilidad que tienen los norteamericanos de conseguir armas de fuego es un peligro para los más pequeños. Un accidente por negligencia donde un niño resulta herido o muerto se da en este país, niños con armas que matan a otros niños también sucede.
El caso es que es de dominio público que las armas realmente no son beneficiosas y que representan un gran peligro. Ahora conocemos una historia que muestra hasta qué punto llevan los norteamericanos su afición por las armas. Recientemente se le ha concedido una licencia de armas a un bebé de 11 meses, lógicamente quien rellenó el impreso fue su padre a través de la red.
Al cabo de un mes, la licencia ha sido concedida y el bebé posa en una foto de la licencia, no se trata de un error, ya que en la ésta indica el peso, el tamaño y la edad del bebé y la firma es un simple garabato. Además, resulta decepcionante conocer que el permiso de armas fue solicitado porque el abuelo del bebé compró una pistola auténtica como regalo para su nietecito.
El permiso fue solicitado en dos ocasiones y denegado, pero a la tercera va la vencida y finalmente fue obtenido. El pequeño tiene permiso para poder disparar la pistola que le regaló su abuelo, ¿en qué están pensando sus padres?, desde luego o no tienen conciencia o les importa poco que sus hijos puedan crecer en un mundo armado y sucumbir ante él.
Vía | El Periódico Más información | Sum Times Más información | Daily Southtown