Durante el embarazo son muchas las dudas que nos asaltan sobre el tipo de parto que desearemos. Algunas mujeres tienen claro que quieren dar a luz sin anestesia, y recurrir a otras técnicas analgésicas de alivio del dolor. Otras, en cambio, prefieren la epidural llegado el momento.
Hemos preparado dos artículos para aclarar las cuestiones que surgen con respecto al uso de anestesia o analgesia durante el parto, porque no son lo mismo, ni tienen el mismo efecto. No obstante, te recomendamos consultar todas tus dudas con el médico o la matrona de cara a tomar la decisión que más tranquila te haga sentir. Comenzamos con la analgesia en el parto: ¿qué es y cuántos tipos hay?
Anestesia y analgesia: ¿es lo mismo?
La analgesia hace referencia a la modulación de la percepción del dolor a la que llegamos a través de distintas técnicas, que afectan o bien a una pequeña y concreta zona de nuestro cuerpo, o bien al cuerpo en su totalidad. La anestesia, sin embargo, se refiere a la pérdida total de la percepción sensorial, que también puede incluir la pérdida de la conciencia.
Como hemos comentado al inicio, es normal que durante el embarazo surjan dudas sobre qué hacer en el momento del parto, y nos planteemos si recurrir a la analgesia para minimizar el dolor, u optar por la anestesia para eliminarlo.
Es importante informarse correctamente y aclarar todas nuestras dudas con el especialista, ya que aunque planteemos nuestras preferencias en nuestro plan de parto, la decisión final correrá siempre a cargo del médico, quien tras una valoración atendiendo a nuestro estado físico, antecedentes, o enfermedades/complicaciones relacionadas con el embarazo, definirá la mejor estrategia a seguir.
Hay varios tipos de analgesia que se pueden utilizar durante el parto. En algunos casos se trata de analgesia farmacológica, pero en otros no. Os lo detallamos a continuación:
Óxido nitroso o gas de la risa
Algunos países como Canadá, Inglaterra, Finlandia, Estados Unidos, Suecia o Australia, utilizan óxido nitroso o gas de la risa en un gran número de partos, con la intención de aliviar los dolores de la mujer sin interferir en el proceso.
Este gas se inhala a través de una mascarilla, y neutraliza la transmisión nerviosa a nivel cerebral; es decir, no elimina el dolor pero hace que se viva de manera diferente. Su efecto es muy rápido, y en cuanto se retira la mascarilla, comienza a disminuir hasta desaparecer.
El gas de la risa debe administrarse bajo vigilancia médica, y siempre mezclado con oxígeno en una concentración del 50 por ciento, con el fin de paliar los efectos tóxicos y alucinógenos del nitrógeno a concentraciones más elevadas.
El prestigioso hospital californiano, Kern Medical, explica con todo detalle cómo se utiliza este fármaco y qué se siente la mujer tras inhalarlo: "El óxido nitroso ayuda a bajar la ansiedad, y tensión durante las contracciones", afirma.
Medicamentos opiáceos
La Asociación Americana de Embarazo explica los riesgos y beneficios de utilizar medicamentos opiáceos para aliviar el dolor de las contracciones durante el parto. Además, hace una lista de los principales medicamentos utilizados, explicando con detalle cada uno de ellos.
El butorfanol, el fenatol (del que ya os hablamos hace un tiempo), la nalbufina y la petidina son los medicamentos narcóticos más utilizados. Entre sus ventajas destaca el hecho de que ayudan a la mujer a reducir la ansiedad, a relajarse entre contracciones y a minimizar el dolor, aunque no lo hacen desaparecer.
Pero los opiáceos llevan riesgos aparejados, tanto para la madre como para el bebé. La Asociación Americana de Embarazo enumera los siguientes:
Madre: nauseas, vómitos, mareos, comezón, sedación, disminución de la motilidad gástrica, pérdida de los reflejos protectores de la vía aérea, hipoxia debido a la depresión respiratoria.
Bebé: depresión del sistema nervioso central, depresión respiratoria, alteración temprana de lactancia materna, comportamiento neurológico alterado, disminución de la capacidad para regular la temperatura corporal.
La OMS explica lo siguiente acerca de los medicamentos opiáceos utilizados en el parto:
"Los hallazgos indicaron que los opiáceos parenterales proporcionaron algún alivio del dolor y una satisfacción moderada con la analgesia durante el trabajo de parto, aunque hasta dos tercios de las mujeres que recibieron opiáceos informaron dolor moderado o intenso o alivio del dolor leve o moderado una o dos horas después de la administración. Los fármacos opiáceos se asociaron con náuseas, vómitos y somnolencia maternos, aunque fármacos opiáceos diferentes se asociaron con efectos adversos diferentes. No hubo evidencia positiva de los efectos adversos de los opiáceos en los recién nacidos. No hubo evidencia suficiente para evaluar qué fármaco opiáceo proporcionó el mejor alivio del dolor con menos efectos adversos"
Los opioides pueden administrarse por vía oral, subcutánea, intramuscular, intravenosa, intratecal y peridural. De la vía de administración dependerá la absorción, su pico máximo de acción y la duración de su efecto
Técnicas no farmacológicas
También existen técnicas no farmacológicas de alivio del dolor, que pueden resultar beneficiosas para algunas mujeres. En Bebés y Más hemos hablado de algunas de ellas en varias ocasiones, pero vamos a recordarlas de nuevo:
Parto en el agua
Cada vez son más las maternidades, centros y hospitales que incorporan bañeras de dilatación debido a la buena acogida que han tenido entre las parturientas. La utilización del agua caliente durante la dilatación induce a la mujer a la relajación, reduce la ansiedad estimulando la producción de endorfinas, mejora la perfusión uterina y acorta el periodo de dilatación, aumentando la sensación de control del dolor y la satisfacción.
Acompañamiento especializado
Hay estudios que han constatado que estar acompañada en todo momento por una persona de tu elección aumenta el bienestar, mejora los resultados de salud y disminuye considerablemente la tasa de intervenciones.
Entre las principales opciones de apoyo continuo en el parto se encuentran el acompañamiento por parte de matronas, doulas (profesionales que y acompañan a la mujer durante el embarazo y el parto, prestándoles apoyo emocional y físico, y ofreciendo consejos para afrontar el momento de forma relajada y confiada) y la asistencia de un familiar elegido por la mujer. Estas soluciones no son incompatibles entre sí.
Libertad de movimiento
Tener libertad para escoger la posición que la mujer considere más cómoda en cada momento es fundamental para sobrellevar el dolor de las contracciones. Estar tumbada e inmovilizada en una cama no es la postura más natural en el trabajo de parto, y a menos que así lo deseemos, tampoco nos ayudará a aliviar la sensación de dolor.
Sentarse sobre una pelota de fitness, balancear la pelvis, caminar por la habitación o bailar, son algunas de las técnicas preferidas por las embarazadas para afrontar el momento de la dilatación.
Masajes durante el parto
Los masajes, proporcionados por una persona de confianza, pueden ayudar a relajar los músculos y aliviar la tensión en la fase de dilatación. No obstante, esta es una opción muy personal, y habrá embarazadas que agradezcan un masaje, especialmente en la zona lumbo-sacra, y otras que, por el contrario, no noten alivio. Lo mejor es preguntar antes de actuar.
Técnicas de relajación y respiración
Las técnicas de relajación ayudan a aliviar las tensiones musculares y a centrar la mente, dos cosas muy importantes en el proceso del trabajo de parto. El estado de relajación libera además el estrés, disminuyendo la sensación de dolor.
Por otro lado, la respiración profunda y consciente es un método muy utilizado para el control del dolor. Controlar el flujo de oxígeno que entra en el cuerpo y enviar el aire a los músculos que están tensos ayuda a relajarlos.
Los expertos recomiendan practicar yoga durante la gestación, pues consideran que es un ejercicio de preparación ideal para el momento del parto, y también para sobrellevar las molestias típicas del embarazo.
Entre las técnicas de preparación al parto que utilizan la relajación y la respiración consciente como ayuda a la hora de controlar el dolor de las contracciones, encontramos también el método Lamaze y el método Grantly Dick-Read.
El método Lamaze, también llamado método psicoprofiláctico, sostiene que el parto es un proceso fisiológico normal, natural y perfecto, y enseña a la mujer a parir con confianza y a vivir conscientemente ese gran momento. Este método apuesta por estímulos táctiles (masajes), visuales (relajación a través de la visualización) y auditivos (palabras de aliento) para ayudar a las madres en su relajación y alejarlas de las sensaciones dolorosas provocadas por las contracciones.
En cuanto a la filosofía del método Dick-Read, está basada en un parto sin temor, es decir, en tratar de disminuir y eliminar en lo posible el temor, la tensión y el dolor mediante la educación y el apoyo emocional adecuados. Para lograrlo se llevan a cabo una serie de ejercicios respiratorios y control de la respiración, relajación muscular, información sobre lo que debe suceder en una situación normal y sobre lo que puedes hacer para ayudarte a ti misma en el momento del parto.
Acupuntura
También se habla de los beneficios de la acupuntura para aliviar el dolor del parto, pero algunos estudios apuntan a que la técnica milenaria podría no ser tan efectiva como algunas personas creen.
Sin embargo, desde la Asociación El Parto es Nuestro nos explican como en algunos hospitales de Suecia se ofrece la acupuntura como una técnica más para aliviar la tensión y los dolores de las contracciones.
Reiki
El reiki es una técnica japonesa milenaria de masajes energéticos, realizados a través de la imposición de manos. En países como Reino Unido o Estados Unidos esta técnica se emplea en más de 1.000 centros hospitalarios y está incluida en el Sistema Público de Salud. Pero en nuestro país son muy pocos los hospitales que la ofrecen, ya que no hay ningún estudio científico que la avale.
Sin embargo, y tal y como manifestaba el Ministerio de Sanidad en un documento publicado en 2011, el hecho de que carezca de evidencia científica no es sinónimo de ineficiencia, pues algunos pacientes afirman sentir mejoría tras recibirla.
Según la Federación de Asociaciones de Matronas de España, recibir reiki durante el embarazo es beneficioso pues aporta a la madre un estado de relajación y bienestar integral que también repercute en el bebé, y la prepara física y mentalmente para el trabajo de parto.
Si estás interesada en conocer más acerca de alguna de estas técnicas analgésicas para el parto, no dudes en preguntar a tu médico o matrona. Ellos aclararán todas tus dudas.
Fotos | iStock
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