Cuando te paras a mirar vídeos de partos en casa te das cuenta de que la mayoría de mujeres acaban dilatando o dando a luz en el agua, en una gran bañera en medio del comedor. Si las matronas utilizan este sistema para que las mujeres estén ahí mejor que fuera del agua, ¿por qué no se usa en los hospitales?
Bien, en algunos hospitales sí se hace uso de bañeras, pero son los menos y quizás por razones bastante lógicas de falta de espacio. ¿O será quizás que eso de dilatar en el agua no es para tanto? A continuación vamos a hablar de la evidencia científica que hay detrás de la dilatación o el parto en el agua: el parto en el agua, ¿sí o no?
Qué dicen los estudios científicos
Por suerte para nosotros, la Cochrane hizo una revisión de estudios acerca de la dilatación en bañeras de parto en el año 2004 logrando una muestra total de 2.939 mujeres. En esta revisión quisieron saber si la inmersión de una mujer en el agua ayuda a relajarse y a reducir el uso de analgesia o si no es para tanto y además supone un riesgo de infección para el bebé o la madre o incluso un riesgo para el bebé, que podría aspirar agua al nacer.
Analizaron ocho ensayos y concluyeron que el uso de bañeras durante el parto ayuda a reducir significativamente el uso de anestesia epidural. No hubo diferencias en lo que a partos instrumentalizados se refiere ni hubo diferencias en la tasa de cesáreas.
Sí se observó que las mujeres que utilizaban bañera de partos informaron de manera significativa de menos dolor en el proceso de dilatación. No hubo diferencias en el Apgar de los bebés a los cinco minutos de nacer, en los ingresos de los bebés en la unidad neonatal ni en las tasas de infección neonatal.
Es decir, que utilizar la bañera para dar a luz no es peor en ningún sentido que no hacer uso de ella y, sin embargo, mejora el dolor de las mujeres y hace que sea menos necesario el uso de anestesia para dar a luz.
Un estudio más reciente, realizado en 2007, analizó a 200 mujeres que utilizaron bañera, unas antes de llegar a una dilatación de 5 cm y otras después de haber dilatado esos 5 cm. Con ello querían ver si había alguna diferencia entre ellas para saber cuándo era mejor que una mujer hiciera la inmersión en el agua, si prontito o bien cuando ya llevaba un rato dilatando.
Vieron que las mujeres que entraban antes en el agua tuvieron un periodo de trabajo de parto más largo (9,8 horas) en comparación a las que entraban más tarde (8,5 horas). Vieron también que las primeras acababan haciendo más uso de la oxitocina sintética (un 57%) que las que entraban más tarde en la bañera (un 30%) y vieron también que las mujeres que utilizaban antes el agua hacían más uso de la anestesia epidural (un 27%) que las que lo utilizaban después (un 9%).
Tras todo ello concluyeron que el uso de la bañera para partos era preferible durante la dilatación una vez se había producido una dilatación mínima de 5 cm.
Qué recomienda el Ministerio de Sanidad
A la luz de la evidencia mostrada, el Ministerio de Sanidad en su Guía de Práctica Clínica sobre la Atención al Parto Normal dice lo siguiente:
Se recomienda la inmersión en agua caliente como un método eficaz de alivio de dolor durante la fase tardía de la primera etapa del parto.
Es decir, que el parto en el agua está recomendado siempre que sea posible, pero haciendo uso de la inmersión de manera tardía, cuando la dilatación esté ya algo avanzada, para no frenarla y evitar así otras intervenciones.
Así que ahora contadnos un poco, ¿hay posibilidad de dar a luz en el agua en vuestros hospitales? ¿Habéis hecho uso de una bañera de parto alguna vez? ¿Cómo fue la experiencia?
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