El momento del parto es una experiencia inolvidable para la madre y ayuda a tener el mejor recuerdo si se desarrolla de la manera más natural posible y se controla el dolor de las contracciones.
En la mayoría de las maternidades españolas la opción pasa por usar o no anestesia epidural, aunque no es la única.
El gas nitroso o Entonox, más conocido como el gas de la risa, es un tipo de analgésico muy usado en otros países europeos. En España aún es poco utilizado en los partos, pero es una posibilidad y una alternativa a la epidural. Te contamos cómo funciona y cuáles son sus ventajas.
Un analgésico con mucha historia
El uso del óxido nitroso en obstetricia como analgésico no es una práctica nueva, sino que cuenta con una larga historia. Descubierto en 1771, no fue hasta un siglo después cuando se usó por primera vez en un parto. Y ya en 1934, el inglés Minnitt introdujo un aparato para su autoadministración por vía respiratoria.
Así lo explica un amplio estudio sobre el llamado ‘gas de la risa’, que señala que el uso del óxido nitroso al 50% junto con oxígeno es analgésico habitual entre el 40 y el 60 por ciento de los partos en Canadá, Suecia, Nueva Zelanda y Australia. Y más aún en Reino Unido (donde es el método elegido por las mujeres entre 50% y el 75% de los partos) y en Finlandia (el 60%).
Cómo funciona
Según el estudio publicado en la revista de enfermería 'Inquietudes', utiliza bajo supervisión de médicos, matronas o enfermeras cualificadas al ser considerado como un método seguro que no da muestras de complicaciones en mujeres de parto normal, en recién nacidos, ni en el personal sanitario que asiste a la gestante durante su administración.
Se trata de un gas inhalable que contiene 50% de oxígeno y 50% de óxido nitroso. Funciona neutralizando las transmisiones nerviosas cerebrales, entre ellas las del dolor.
Al inhalarlo, la mujer siente un mareo y relajación agradables que puede dar lugar a la risa cuando no hay dolor. En el parto, dispone de una máscara con una boquilla enganchada a una pulsera en la muñeca.
Cuando comience a sentir dolor tiene que inhalar el óxido nitroso en pequeñas dosis continuadas. Es importante que lo haga antes de que empiece la verdadera molestia de la contracción para que cuando llegue el punto culminante no sientan el dolor.
Su efecto dura menos de un minuto, y es la embarazada quien decide si quiere ingerir o no más cantidad. Se elimina del organismo de la madre en segundos, en cuanto respira el aire de la habitación.
Su eficacia frente a la anestesia epidural
La administración del óxido nitroso inhalado produce una analgesia moderada pero satisfactoria en el parto.
Así se describe en el artículo publicado en la revista andaluza de enfermería.
Entre las ventajas respecto a otros anestésicos usados en el parto, la Asociación Americana del Embarazo señala:
Su fácil administración.
Un periodo de latencia corto.
No interfiere en el parto.
No perjudica al recién nacido ni a la madre.
No afecta a la lactancia materna.
No anula el reflejo del pujo por lo que la embarazada tiene libertad de movimiento pudiendo adoptar la posición que desee durante las contracciones.
Se puede administrar junto con anestésicos locales si se requiere episiotomía.
No altera la liberación de oxitocina ni afecta la vigilancia infantil durante el período temprano de la vinculación entre una madre y su recién nacido.
Sus efectos desaparecen cinco minutos después de la cesación.
Algunas desventajas
Según la asociación americana:
“La analgesia del parto de óxido nitroso es segura para la madre, feto y recién nacido. Es fácil de administrar, no interfiere con la liberación y la función de la oxitocina natural y no tiene efectos adversos en el progreso del parto”.
Aún así:
Puede provocar algunos efectos secundarios como náuseas y vómitos, o sensación de mareo o somnolencia al inicio de su uso.
Con las dosis administradas durante el parto, el óxido nitroso es un analgésico suave, y no funciona para todas las mujeres. Con la epidural un parto no duele, pero con el óxido nitroso sí.
Las mujeres que usan el óxido nitroso durante el parto pueden tener todavía una conciencia del dolor del parto. Sin embargo, muchas mujeres encuentran que les ayuda a relajarse y disminuye su percepción del dolor del parto.
Puede ser una solución intermedia para aquellas mujeres que acuden al hospital con la intención de tener un parto natural sin anestesia y cuando están ahí el dolor les hace replantearse su elección.
En resumen, el gas de la risa es un analgésico, no un anestésico, así que el parto sigue doliendo, pero será una solución para muchas de estas mujeres, que podrán tener el parto deseado controlando un poco el dolor de las contracciones.
Su uso concreto en un hospital español
El óxido nitroso se utiliza en el Hospital de Cabueñes (Gijón, Asturias) desde febrero de 2018, para calmar el dolor de las pacientes embarazadas durante las contracciones ocasionadas por el parto.
Desde julio del 2018 y hasta agosto de este año, 303 mujeres lo utilizaron combinado con otras alternativas como son la ducha, el masaje o la pelota suiza. Así lo explica el diario "El Comercio", que incluye las declaraciones de la supervisora de partos.
Según Inmaculada Fernández, el perfil de mujeres que utilizan el gas nitroso son "es el de jóvenes, que están al día, que han recibido suficiente educación materna en este sentido".
Asegura que eligen usarla por el miedo a la epidural que no "no deja de ser un remedio más invasivo que te inyectan", aunque señala que "los resultados son más efectivos".
Desde su punto de vista, "muchas mujeres eligieron el óxido nitroso al principio porque era la novedad. Hubo mucha demanda en sus inicios. Ahora sigue habiendo, pero se ha rebajado un poco".
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