Desde que me enteré de la presentación en el pasado festival de San Sebastian del documental de Naomi Kawase "Genpin" he estado intentando verlo. Finalmente lo he conseguido. Y os aseguro que es una verdadera maravilla en algunos momentos y en otros despertar mis alertas sobre el necesario equilibrio entre atención natural y seguridad. Pero merece la pena conseguirla.
En la película, el ginecólogo Tadashi Yoshimura muestra como atiende a los partos, con un enorme respeto hacia el momento del nacimiento como una parte del fluir de la existencia. La directora nos muestra a las mujeres que dan a luz con el doctor Yoshimura, hablando de sus sentimientos y felices de poder dar la vida a sus hijos de esta manera natural.
En la rueda de prensa que hubo en la presentación en San Sebastián de la cinta la directora explicaba su posición sobre el parto natural que ha querido reflejar en su obra.
Sólo el 2% de los médicos dejan decidir a las mujeres, el resto deciden ellos si se hace cesárea o cualquier otro aspecto del parto. Lo que hace el doctor Yoshimura no lo hace ningún otro médico. Pero yo no hablo de Yoshimura con la idea de sorprender al público con algo insólito, sino para transmitir a la gente que existen otras maneras de llevar a cabo el parto, y que las mujeres deben poder elegir. Como se ve en la película, las mujeres que han seguido ese tipo de parto natural, se sienten felices y agradecidas por haber podido tener a sus hijos de esa manera. No pretendo que todas las mujeres den a luz de esta manera, sólo que se conozca que hay otra manera distinta de hacerlo. Apuesto por el equilibrio, saber que hay distintos caminos, combinarlos y hacer un buen balance.
Este precioso documental titulado "Genpin" es de esperar que algún día esté disponible para el disfrute de todos en las salas comerciales aunque la distribución de este tipo de obras es complicado y se termina buscando en internet la manera de conseguirlas. Espero que sirva para hacer de la reflexión sobre el parto natural más cercana y comprensible, siempre usando nuestro espíritu crítico para entender que un parto natural no debería estar negando la seguridad y el uso de técnicas médicas si son necesarias.