"No olvidemos que las brujas perseguidas en el medievo fueron las matronas". Entrevista a Jesusa Ricoy
Ayer mismo, nuestra compañera Eva nos contó que el Consejo General de Enfermería había hecho público el llamado "Informe Doulas", que podéis leer aquí, cuyo objetivo es defender la profesión de la matrona de lo que consideran una intrusión por parte de mujeres que, según cuentan, están jugando con la salud de la mujer y los bebés sin disponer de una titulación oficial.
La visión de las matronas, con el mencionado informe, ya la conocemos, la de las doulas aún no, aunque la lógica dice que, simplemente, se defenderán para continuar con la guerra iniciada hace unos días. ¿Nos quedaremos el resto a la expectativa, a ver cómo se desencadena la guerra, o podemos ir más allá?
Jesusa Ricoy es madre de tres niños, trabaja para el National Childbirth Trust como Antenatal Teacher y hace unos años ejerció como doula en Londres, donde reside. Desde su posición, nos invita a obviar la guerra mencionada y a tratar de ir un poco más allá, pues el problema al final parece ser mucho mayor que todo lo que nos están contando.
Para posicionar un poco a los lectores, ¿qué es una doula? Es decir, ¿cuáles son sus funciones?
Una doula, en principio y por definición según las principales asociaciones, es una acompañante de la mujer y su familia durante el parto ofreciendo un apoyo de tipo emocional y nunca sanitario.
Nunca sanitario, o sea, que es una figura de apoyo, pero no la mujer que te asiste el parto, ¿no?
Es que de hecho esto no se especifica porque ni siquiera se contempla. Es decir la doula desde su planteamiento no se identifica a sí misma como sustituta de nada ni nadie sino como complementaria. Otra cosa bien distinta son las mujeres auto denominadas parteras en nuestro país (que creo que son muy pocas) que ejercen de matronas fuera del sistema legal y de salud. A esto se le añade la confusión lingüística ya que en Latinoamérica la acepción para matrona es partera.
¿Qué te parece que el Consejo General de Enfermería haya realizado dicho informe y que vaya a llevar el tema a la Fiscalía General del Estado?
Como doula, yo he trabajado como aliada de matronas en hospitales.
Me parece un mal síntoma, un síntoma de precariedad económica y laboral, de falta de renovación y actualización, pero especialmente un síntoma del trato que reciben las mujeres en su parto, un trato en la mayor parte de las ocasiones paternalista e intervencionista. El lenguaje y las intenciones de dicho informe así lo indican, ya que ignoran por completo la capacidad de decisión de las mujeres infantilizándolas y utilizando una manipulación lingüística y una información muy poco contrastada para asustar a la población y en especial a las mujeres.
¿Asustándolas? ¿Quieres decir al explicar que sin la ayuda de los profesionales los riesgos parecen elevadísimos?
Quiero decir que hablar de sectas para hablar de doulas, putrefacción para hablar del parto lotus (es decir dejar la placenta secarse de manera natural), utilización de velas para cortar el cordón, líderes y cursillos estás creando alarma social de manera intencionada. Si además utilizas "riesgos para la salud" sin adjuntar bibliografía, estadísticas y estudios contrastados estas manipulando al receptor de la información para tus fines, algo completamente contrario a la decisión informada.
¿De verdad hay mujeres que contratan a doulas para ayudarles a dar a luz, ejerciendo ellas como asistentes al parto?
No olvidemos que las brujas perseguidas en el medievo fueron las matronas.
Pues mire usted, yo nunca las he conocido y a mi me parece algo grave por cuestiones obvias y legales. Yo no lo haría ni como mujer ni como doula, y aunque me parezca un riesgo innecesario en mi lucha por la libertad de las mujeres tengo que incluir a estas igual que incluyo a quien quiere tener una cesárea sin indicación médica, algo que a nivel personal tampoco comparto. Porque es esa misma libertad la que me da opciones a mi. Tal y como decía Voltaire: "No estoy de acuerdo con lo que dices pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo". Hay debates interesantísimos alrededor del mundo entorno a los derechos humanos en el parto y lo que estos implican, cuestiones que a menudo son dicotomías para mi difíciles de aceptar.
Pero en cualquier caso si fuese cierto que existen, lo inteligente y civilizado seria ofrecer más información y opciones, aliarse con las profesiones afines y sobre todo mejorar la atención al parto, para reducir el número de mujeres que se pongan en situaciones de riesgo por desinformación y falta de alternativas.
¡Y no olvidemos que las brujas perseguidas en el medievo fueron las matronas, un poco de empatía histórica no vendría mal!
El hecho de que haya aparecido esta figura de doula, ¿no podría responder a una necesidad de las mujeres que las matronas no están cubriendo?
No me siento cómoda generalizando en ninguno de los dos colectivos. En Reino Unido, como doula, yo he trabajado como aliada de matronas en hospitales y he sentido que sobraba en los partos en casa, lo que siempre ha evidenciado para mí que los protocolos y papeleos y la falta de matronas en Reino Unido las alejan de su verdadero rol vocacional de apoyo emocional a la mujer. Por eso hay muchas matronas tanto en España como en Reino Unido que se están saliendo de los hospitales recuperando así ciertos aspectos intrínsecos a su profesión.
Esto que comentas es muy interesante. La doula, como trabajadora en un hospital, puede estar apoyando a la mujer y su pareja mientras la matrona se dedica a otras cosas, a la espera de que se desencadene el parto. Claro, en España la doula no "la pone" el hospital, sino la madre. ¿Dónde queda entonces el papel de acompañamiento y apoyo tradicional del padre?
Hay de todo en todas partes, matronas obsoletas y desinformadas, doulas charlatanas y que malinterpretan su profesión...
Bueno en Reino Unido tampoco nos ponen los hospitales, salvo excepciones. Yo siempre digo que nunca sé a quien voy a acompañar porque si bien mi objetivo es acompañar a la mujer y su parto eso a veces significa acompañar a quien toca. A veces la mujer quiere que me centre en su madre para que no se tenga que ocupar ella, otras el padre ha tenido que volcarse con su mujer en una verdadera emergencia y mi papel de doula ha sido cuidar del bebé muy cerca de ellos, cosa que el padre ha agradecido profundamente. Otras veces es hacer un té para las matronas mientras la madre descansa feliz... En alguna ocasión me han contratado porque el padre tiene una verdadera fobia a los hospitales y quiere asegurarse de que su mujer esté acompañada. Yo simplemente cuido de un entorno que facilite una mejor experiencia de la mujer y su parto.
Tú ejerciste como doula en Reino Unido, pero no en España. Según el Consejo General de Enfermería, la función de las doulas auténticas, las que trabajan en otros países, es diferente a la que se está llevando a cabo en España. ¿Es cierto?
Yo creo que hay de todo en todas partes, matronas obsoletas y desinformadas, doulas charlatanas y que malinterpretan su profesión... Yo creo que lo que se pierde en esta visión desde España es que esa supuesta "autenticidad" no es más que el resultado de un diálogo, cooperación, apertura de mente y aclaración de términos, cosa que acusando de canibalismo a un colectivo se vuelve bastante difícil de conseguir.
Claro, en vez de acercar posturas y tratar de unirse para ayudar a las mujeres, se tiran los trastos a la cabeza y al final parece que las que salen perdiendo son las madres. ¿Quizás tendrían que dedicarse, primero, a mejorar los protocolos para conseguir una atención adecuada, en vez de acusar a otros colectivos de "quitarles la clientela" que, probablemente, llega huyendo de los hospitales?
Sí, realmente creo que todas deberíamos aunarnos como se hace en otros países, donde en las conferencias a las que acudo veo que hay un espíritu común de mujeres trabajando desde diferentes ángulos por una recuperación de nuestros derechos fundamentales.
Si por un lado están las matronas y por el otro las doulas, ¿dónde quedan las que deberían ser las verdaderas protagonistas de los partos y los cuidados del bebé, las madres?
Silenciadas desde el planteamiento de este informe y tratadas como enfermas que se entregan a curanderas por tontas, que se comen su placenta porque les lavan el cerebro. Como mujer me indigna profundamente.
Agradecemos a Jesusa Ricoy que nos haya ofrecido su experiencia y su visión para poder entender un poco mejor la función de una doula, el objetivo del informe y lo que podría ser y no es la atención al parto en nuestro país.
Foto | Rafael Ricoy
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