Los cambios de peso durante el embarazo implican generalmente variaciones en el volumen del pecho, que pueden producir una pérdida de firmeza y modificar el aspecto de la piel. Por eso hoy en nuestro Especial Cuidados Postparto vamos a detallar cómo podemos evitar que esto ocurra o qué pautas seguir para que esta zona recupere al máximo posible su tersura habitual.
Primeros cuidados, piel sana e hidratada
Como ya hemos comentado en entradas anteriores, hay que dejar pasar un tiempo prudencial (entre 6 y 10 semanas depende del tipo de parto y recuperación) para retomar el ejercicio. Así que los primeros días los dedicaremos a hidratar bien la piel para tratar las estrías, poniendo especial cuidado si estamos dando el pecho en evitar o curar las grietas que puedan aparecer en el pezón.
Es importante utilizar un sujetador adecuado, con tirantes anchos, a ser posible de tejidos naturales y que nos resulte cómodo, pero también firme. En la ducha es mejor evitar el agua demasiado caliente y usar agua templada, con un chorro rápido fresco (tampoco demasiado frío) al final.
La lactancia no agrava la caída del pecho, pero si puede hacerlo el adelgazar demasiado rápido, así que no es recomendable (ni tampoco saludable en general) iniciar una dieta hipocalórica.
Sí se puede realizar un ejercicio muy sencillo que consiste en juntar y apretar las manos por delante del pecho, con el que notaréis como los pectorales se mueven. Hay que mantener las palmas apretadas unos segundos, descansar y volver a repetir, hasta unas cinco o diez veces, para empezar a fortalecer la zona.
Ejercicios para reafirmar el pecho
Pasada la fase de recuperación, siempre que no notemos dolor o sensibilidad, podemos realizar ya algunos ejercicios para reafirmar. No es posible ejercitar el tejido mamario, pero si los músculos pectorales que se encuentran debajo y que son los encargados de sujetarlo. Entrenarlos bien es la mejor manera de conseguir un pecho más firme.
Unas mancuernas de un kilo (o en su defecto paquetes de kilo de arroz, sal etc.) ayudan a hacer más efectivo el movimiento que comentábamos antes de juntar y apretar las manos. Después podemos aprovecharlas para realizar ejercicios de apertura, como el que nos explican nuestros compañeros de Vitónica, que podemos empezar con unas diez repeticiones diarias e ir aumentando.
Las flexiones son perfectas para reforzar pectorales. Es increíble cómo se notan los resultados y aunque de entrada cuestan bastante de hacer, vale la pena intentarlo, aunque sea con unas pocas al día (4, 5, 8... las que podáis). En el siguiente vídeo podéis ver la forma más adecuada de realizarlas para trabajar el pecho:
Mancuernas y flexiones también nos ayudan a tener más fuerza en los brazos, lo cual viene muy bien cuando toca levantar o sostener a nuestro bebé, algo que ocurre muy a menudo ¿verdad?.
La natación es uno de los deportes más recomendados para reafirmar el pecho, aunque requiere de más tiempo libre. Yoga y pilates que se pueden practicar en casa también nos sirven, ya que incluyen ejercicios específicos para la zona pectoral.
¿Cómo cuidáis vuestro pecho después del parto? ¿Habéis notado cambios importantes?
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