Los embarazos de revista son poco habituales. A veces el embarazo no es tan bonito como pensabas y aunque te cansas de escuchar que “después del parto de olvida todo lo malo”, puede ser que eso no suceda.
Sí, lo más habitual es que se olvide todo lo malo, los problemas durante el embarazo, un parto traumático… y por eso, volviendo a otro tópico, “la mayoría de mujeres repite” (con más o menos miedo, añadiría). Pero puede ser que no, que lo que haya pasado durante el embarazo o el parto te marque para siempre y de verdad digas “aquí se ha acabado”.
Hay mujeres que tienen verdadero pavor a volver a quedar embarazadas o a pasar por otro parto, y ello aunque estén felices con su bebé. No hablamos ahora de casos extremos de depresión postparto, tocofobia o miedo irracional al embarazo y al parto.
Hablamos de mujeres que superaron todo lo malo, que se encuentran bien con su hijo, pero que no quieren volver a pasar por una experiencia que las dejó marcadas, por la que sufrieron. Muchas veces es ese bienestar por fin conseguido y ese miedo a volver a estar mal, ahora con un nuevo miembro en la familia, lo que les echa para atrás.
Tenemos un bebé o un niño pequeño, indefenso, del que ocuparnos (o más de uno), y volver a padecer lo que vivimos antes nos imposibilitaría atenderlo debidamente. Es un miedo más o menos habitual en las madres que van a repetir experiencia, pero elevado a la máxima potencia.
Puede haber sido por padecer hiperémesis o exceso de vómitos, por tener un embarazo de riesgo, por haber sufrido un parto traumático, muy largo y doloroso… Y aunque la segunda vez no tiene por qué suceder igual, el simple hecho de que exista esa posibilidad asusta a la mujer.
Y entonces “se cortan la coleta”, deciden no tener más hijos, y puede que el entorno no entienda esta opción (especialmente si se habían hecho planes de más hijos) pero con el apoyo de la pareja la familia sale adelante, serenamente, comprendiendo y asumiendo lo que ha pasado.
Eso sí, no podremos evitar los comentarios desagradables que no entienden cómo no hemos olvidado lo malo, porque generalmente se asume que la mujer lo puede todo, cuando no existe una visión paternalista y despectiva de que “se queja de vicio”, algo que probablemente ya oyeran mientras tuvo los problemas que le marcaron.
Cuando los malos recuerdos se convierten en un problema
Normalmente, no pasa nada si lo malo no se olvida y la mujer no tiene más hijos. El problema podía venir cuando todo lo que afectó a la mujer le sigue afectando en su vida diaria, cuando no puede hacer vida normal, cuando existe un problema que marca su día a día.
La depresión postparto o el desorden de estrés postraumático por el parto son problemas que necesitan atención psicológica. No solucionar lo sucedido y los sentimientos relacionados con los hechos traumáticos puede convertirse en un problema grave que crearía gran tensión en las relaciones personales y en el núcleo familiar.
Entonces, junto al apoyo y comprensión familiar y del entorno, la mujer necesita una ayuda psicológica, porque incluso la relación con el nuevo miembro de la familia peligra. Asociaciones como Escuchando con el corazón sirven de apoyo emocional a estas mujeres, ya no para ayudarles a olvidar todo lo malo, sino para ayudarlas a superarlo en la medida de lo posible.
Estas mujeres necesitan ser comprendidas y tratadas, porque no olvidar todo lo malo les afecta inmensamente, y también a sus hijos. Solo cuando ellas mismas acepten, entiendan y superen lo sucedido podrán volver a la normalidad, incluso cuando efectivamente no quieran tener más hijos.
En definitiva, si después del parto no has olvidado todo lo malo, has de reflexionar sobre tu situación actual, o ha de ser el entorno el que se interese por la situación de la mujer. Puede que estés bien en el presente y mirando hacia el futuro, incluso cuando este no incluya un miembro más en la familia. ¿O es que en algún momento firmamos el número de hijos que íbamos a tener?
Foto | shanon wise en Flickr-CC
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