La inversión del útero o inversión uterina es una complicación muy rara y seria que ocurre inmediatamente después del parto, en la última fase del mismo, conocida como la fase de alumbramiento. Es decir, nos situamos en el momento en el que se produce el desprendimiento y la expulsión de la placenta.
Esta complicación consiste en la inversión o invaginación del útero dentro de su propia cavidad, que descende por la vagina hasta asomarse por la vulva.
Causas de la inversión del útero
En la mayoría de los casos, la inversión del útero se produce por la tracción indebida del cordón, o una opresión continua y exagerada del fondo uterino cuando la placenta todavía no se ha expulsado. Otras causas menos frecuentes son:
- Aumento intempestivo de tos o vómito.
- Se puede presentar de manera crónica, no necesariamente después del parto, a causa de tumores: miomas, pólipos, etc. El peso de estos tumores hace presión en el fondo del útero produciendo la inversión.
- Por placenta adherida al útero (acreta), es decir que la placenta no se desprende adecuadamente del útero presentándose la inversión.
- Inversión uterina en partos previos.
- Partos en los que el bebé es muy grande.
Tipos y gravedad de inversión del útero
Inversión uterina de primer grado, que sería la inversión completa. Ocurre cuando el fondo de las paredes llegan al cérvix y no pasan más allá del anillo cervical. Esta clase de inversión puede pasar inadvertida.
Inversión uterina de segundo grado: se presenta cuando el fondo de las paredes del útero salen a través del anillo cervical pero no alcanza a llegar hasta el periné.
Inversión uterina de tercer grado: ocurre cuando el fondo del útero invertido llega hasta el introito vaginal.
La gravedad de la inversión uterina radica en que desencadena inmediatamente una hemorragia masiva, acompañada de un fuerte dolor que lleva con frecuencia al shock, infección y si no es detenida a tiempo puede cobrar la vida de la madre.
Tratamiento de la inversión uterina
Para que el útero vuelva a su situación normal (se reinvierta), hay que llevar a cabo la reposición inmediata del útero a su posición original. El procedimiento médico se realiza bajo anestesia general e implica la posterior administración de antibióticos a la madre.
El equipo médico empuja el cuerpo uterino por el canal vaginal, se pone una sonda en el interior de la vagina y se mantiene cerrado el orificio vaginal. A continuación, se instila una solución salina dentro del útero por la sonda para expander la vagina y reinvertir el útero.
En definitiva, la inversión del útero una rara complicación que en la mayoría de los casos se podría prevenir evitando maniobras de presión de la placenta al final del parto, durante el alumbramiento, y tener especial cuidado en la extracción manual de la placenta.
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