Solo necesitas contar que estás embarazada para que los consejos empiecen a llegar a borbotones. Sin embargo, viéndolo con perspectiva, hay uno que no termino de entender como puede perdurar a lo largo del tiempo a pesar de que casi todas las que hemos pasado por esto sabemos que es una utopía: "duerme cuando el bebé duerma".
Puede que con el transcurrir del tiempo olvidemos lo que sucede de puertas para adentro cuando llegamos con un bebé recién nacido a casa y por eso algunas personas lo brindan como la "fórmula infalible". Sin embargo la situación no es tan fácil: puedes llegar a sentir que vives por y para el bebé (más aún si das lactancia materna), y durante esas siestas (que a mi me parecían cortísimas), hay millones de cosas qué hacer, desde ducharte hasta hacer la comida o adecentar un poco la casa.
Pero el consejo prevalece
Creo que perdí la cuenta de las veces que me lo dijeron. Teniendo un bebé prematuro bajo de peso que necesitaba comer cada dos horas, nunca me salieron las cuentas. En ese momento el permiso de paternidad era algo "simbólico", así que, sin familia en la que apoyarme, sin ayuda externa de ningún tipo y como autónoma, el "dormir cuando el bebé duerma" carecía totalmente de sentido.
Y es ahí precisamente donde radica el problema: estamos acostumbrados a dar consejos a diestro y siniestro sin contemplar las circunstancias particulares de nuestro interlocutor. Y puede, además, que la receptora del mensaje, madre primeriza y recién parida, sienta que es la mujer más desorganizada del planeta porque el tiempo no le cunde... porque si todo el mundo dice que duermas cuando el bebé duerma, es porque a todo el mundo le funciona y todo el mundo lo hace -menos tú-.
Y la culpa vuelve a aparecer de nuevo
Creo que cuando nos enteramos de que estamos embarazadas se gesta, además del bebé, esa sensación de culpa que nos acompaña a toda la madres (sospecho que para siempre). En este caso por sentir que no eres capaz de hacer algo tan "lógico" y tan fácil como es aprovechar las siestas del bebé.
Y pasa el día, y llega la tarde sin haber podido ducharte y no te explicas como ha podido ser. Crees que la situación te ha superado y no sabes bien como reconducirla, porque el cansancio ya está haciendo mella y a veces solo puedes dejarte llevar por las necesidades del bebé.
Aunque poco a poco vas cogiendo el truquillo, las responsabilidades están ahí y el sueño pasa a un segundo plano. Al final ni duermes cuando el bebé duerme y ni mucho menos cuando va creciendo, ya que sus microsiestas apenas te dan para acomodarte en el sofá.
Cuando una madre te diga que está cansada y no puede más...
Siete años han pasado desde que llegué con mi bebé a casa y ahora sí puedo dormir cuando ella duerme, así que confirmo: aunque en su momento no lo parecía, todos son etapas y esta también se supera. Sin embargo reconozco que pudiese volver el tiempo atrás, hay muchas cosas que habría hecho distintas en mi postparto y una de ellas habría sido pedir ayuda. Por eso, cada vez que una madre te diga que está cansada y que no puede más, en vez de darle el dichoso "consejo de oro", pregúntale qué puedes hacer por ella. Te aseguro que eso sí será infalible.