Es muy importante tener buenos hábitos de higiene postural para evitar, o al menos minimizar, las molestias más frecuentes en el embarazo. Lo cierto es que la futura mamá puede pasar varias horas al día en el trabajo, así que veremos algunos consejos posturales para la embarazada en la oficina.
Durante la gestación, el cuerpo de la mujer tiene unas exigencias diferentes. La circulación se hace más lenta, lo cual favorece la retención de líquidos, y a medida que la tripa va creciendo comprime los vasos sanguíneos dificultando el retorno de sangre al corazón, además de acrecentar los dolores de espalda, especialmente en la zona lumbar.
Es fundamental, entonces, prestar atención a las posturas que se adoptan a lo largo del día y muy especialmente en la oficina.
Al estar sentada, coloca el dorso erguido y la espalda recta. La pelivs debe estar bien apoyada en el respado de la silla, asegúrandote de que la curvatura lumbar de la columna vertebral quede apoyada. Algunas sillas incorporan un soporte lumbar, pero sino puedes colocar una almohada o un cojín en la parte baja de la espalda.
No cruces las piernas
Evita la presión del asiento en los muslos y en la parte de atrás de las rodillas. Para ello, consigue un taburete para elevar las rodillas a la misma altura o por encima de las caderas. Esto evitará que se produzca presión y facilitará el flujo sanguíneo.
Si trabajas con ordenador, el monitor debe estar a la altura de los ojos y el teclado lo más cerca posible de la silla, sin elevar los hombros al escribir.
Si sientes dolor o incomodidad en el trabajo, no dudes en pedir otra silla o lo que consideres necesario para prevenir lesiones.
Evita permanecer demasiado tiempo sentada. Levántate de tu escritorio y da un pequeño paseo de cinco minutos al menos cada dos horas. Así, se reactiva la circulación de las piernas.
Haz ejercicios: sentada en tu escritorio puedes aprovechar hacer algunos sencillos ejercicios mientras trabajas. Coloca la espalda recta y luego gira el tronco, primero hacia la izquierda y luego hacia la derecha. Repite varias veces. Puedes hacer tambien rotaciones de cabeza, estirando la parte alta de la columna y la musculatura de los hombros. Por supuesto, también puedes aprovechar para practicar los ejercicios de Kegel.
Haz respiraciones: las respiraciones profundas te ayudarán a relajarte y a mantener la columna vertebral y el abdomen en la mejor posición.
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