Hace poco os hemos hablado de un estudio donde se decía que aproximadamente el 37% de los bebés que nacen con complicaciones sufren problemas de desarrollo neurológico.
Por ello, estos bebés en una situación de riesgo para su desarrollo son candidatos a recibir una intervención precoz (atención temprana) que pueda ayudarles, no sólo a ellos sino también a sus familias, a dar respuesta lo más pronto posible a sus necesidades.
De este modo, hoy vamos a ver a qué situaciones o características son las que hacen que podamos considerar a un bebé en situación de riesgo y, por tanto, candidato a recibir este tipo de intervención precoz.
Podemos diferenciar tres categorías de riesgos que conducen a resultados evolutivos adversos, y cuya interacción determina el mayor o menor grado de riesgo al que se enfrenta el niño. Estas categorías son las siguientes:
- Niños con riesgo establecido: son todos aquellos niños que, por diagnóstico físico o mental, poseen una alta probabilidad de que su desarrollo acabe en un retraso. Son niños con deterioros o síndromes congénitos identificables (Síndrome de Down u otras alteraciones cromosómicas, deterioros sensoriales, trastornos metabólicos, microcefalia, etc.
- Niños con riesgo biológico o médico: son los niños con una condición que les aumenta la probabilidad de que padezcan un retraso (bebés prematuros y/o de bajo peso al nacer, con hemorragias intraventriculares, enfermedades pulmonares...)
- Niños con riesgo ambiental: niños donde el ambiente y el cuidado que reciben, así como la situación familiar, no es favorable para su correcto desarrollo (bebés de madres drogadictas, maltrato, abuso, abandono...)
Hemos visto que un bebé se encuentra en situación de riesgo debido a un determinado número de factores o circunstancias que aumentan la probabilidad presentar algún tipo de deficiencia o alteración en su capacidad de comunicación, motriz, sensorial, cognitiva, afectiva, de conducta o una mezcla de ellas.
Pero también hay que tener en cuenta que cada vez hay más avances en la detección de problemas durante el embarazo y más evidencias que nos afirman que la calidad del cuidado familiar, médico, terapéutico y educativo que se le puede ofrecer a estos bebés inmediatamente después del nacimiento.
Es importante que los profesionales cuenten con técnicas que ayuden a la identificación de niños que se encuentran en situación de riesgo, para poder prevenir los posibles problemas que esa situación pueda conllevar.
Además, es conveniente conocer qué factores de riesgo se pueden dar, ya sea antes, durante o después del parto, ya que es importante de cara a poder identificarlos y poder dar una atención precoz al pequeño.
Nadie pone en duda que los bebés en situación de riesgo para su desarrollo necesitan recibir un tratamiento precoz, y por eso los servicios de atención temprana buscan cubrir ese ámbito para lograr que el niño pueda desarrollarse de una forma lo más óptima posible.
Foto | abbamouse en Flickr En Bebés y más | Cuidar a los bebés prematuros, Atención temprana: niños de alto riesgo biológico, psicológico y social, Los bebés prematuros corren cinco veces más riesgo de desarrollar autismo.