Los primeros años de vida de un niño es cuando pueden mostrar alguna alergia alimentaria, éstas afectan al 6% de los niños que tienen menos de tres años y la alergia más frecuente suele ser la que tienen con la leche de vaca.
Las reacciones son inmediatas, pueden sufrir urticaria, asma y dolor en el aparato digestivo. Aunque en la mayoría de los casos, las alergias desaparecen en poco tiempo, en otros casos se mantienen durante muchos años e incluso se hacen perpetuas.
Diferenciar entre alergia alimentaria e intolerancia es importante, ya que la intolerancia se refiere a cualquier efecto contraproducente debido a un alimento y esto incluye un mecanismo alérgico u otros que no sean de carácter alérgico como una intoxicación. Para que sea una alergia alimentaria, se debe producir siempre por un mecanismo alérgico, motivado por las moléculas de los alimentos denominados alergenos. En muchas ocasiones, la alergia que pueda padecer un niño se debe a una transmisión genética, aunque no está muy claro por qué unos niños la desarrollan y otros no, según las investigaciones, se cree que es cuestión de una alteración inmunológica.
Por eso siempre que notes alguna reacción adversa ante cualquier alimento, lo mejor es acudir al pediatra para prevenir y así tomar las medidas oportunas.
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