El dolor de garganta suele aparecer en los pequeños con el cambio de estación, el paso del verano al otoño propicia cambios de temperatura y los niños son quienes más lo notan.
Ante un dolor de garganta de tu hijo es conveniente acudir al pediatra, el dolor puede ser provocado por una infección vírica o bacteriana, dependiendo del tipo será una infección más o menos severa. No debemos administrar antibióticos por nuestra cuenta al pequeño, ya que proporcionando antibióticos inadecuados e innecesarios para tratar el problema, lo que conseguimos es que los microorganismos se fortalezcan y se vuelvan mucho más difíciles de combatir consiguiendo prolongar durante varios días la patología.
Esto nos recuerda un gracioso anuncio que salía en televisión donde todo el mundo vestía de doctor y todos se trataban como tal, cada doctor que aparecía en el anuncio recomendaba esta o aquella pastilla. La finalidad del anuncio era bien clara, nadie salvo los especialistas son los más adecuados para prescribir uno u otro medicamento. Un dolor de garganta puede ser de origen vírico, con lo cual los antibióticos no son efectivos pues éstos están diseñados para las bacterias. Además una infección de este tipo, siempre resulta más leve, tan sólo hay que comprobar los síntomas. La fiebre suele bajar al cabo de unas horas en el caso de que aparezca, si observamos la garganta del pequeño comprobaremos que sufre solamente un enrojecimiento y en general se podría decir que el estado del pequeño es bastante aceptable.
Cuando el dolor es producido por una infección bacteriana, la observación de las amígdalas nos indicará que es seria, ya que casi siempre aparecen unas placas de pus, al pequeño le duele cada vez que traga y la fiebre es bastante alta a diferencia de los síntomas de la infección vírica.
Ante una infección, siempre hay que acudir al pediatra para que tome las medidas oportunas, una infección bacteriana, dependiendo del tipo que sea, puede generar serias complicaciones en distintos órganos y esto nunca ocurrirá con un diagnostico adecuado y a tiempo.
No quieras ser médic@ y no lo dudes, la decisión más adecuada es llevarlo al especialista, por algo pagamos seguridad social y ellos son los que deben ayudar a recuperar la salud a tu hijo.
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