Debido a la humedad y a los cambios bruscos de temperatura, que provocan que los pequeños estén expuestos a un mayor número de virus, ácaros de polvo y hongos aerógenos, en otoño se multiplican los casos de asma en los niños.
Desde la vuelta al cole, el asma es una enfermedad que provoca por esta época del año una cuarta parte de las hospitalizaciones pediátricas, con episodios de tos y sibilancias (pitos), causados por infecciones respiratorias de origen viral.
Los niños que ya de por sí padecen asma de origen alérgico tienen las vías aéreas más sensibles, por lo que tienen mayor probabilidad de desarrollar asma en esta época del año cuando los virus campan a sus anchas.
Otro factor que influye en que haya más niños con asma en otoño es que en muchos casos se suspende el tratamiento preventivo durante el verano, haciendo que el asma ataque de lleno al llegar los cambios de temperatura. Es importante entonces retomar la medicación antes de que esto suceda.
Consejos para evitar episodios de asma en los niños
- En la medida de lo posible, se deben evitar los cambios bruscos de temperatura
- Mantener la humedad ambiental por debajo del 50 por ciento
- Mantener la temperatura ambiental a 20 grados
- Limpiar y ventilar la casa
- Evitar alfombras, peluches y otros objetos que faciliten la acumulación de polvo
- Utilizar un purificador de aire
- Practicar ejercicio físico de forma regular: reduce los síntomas alérgicos en los niños
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