Por supuesto que el mejor lugar para el bebé en gestación es el vientre de la madre. Pero lamentablemente, por diversas causas de las cuales hemos hablado varias veces en el blog, muchas de ellas relacionadas con el estilo de vida que llevamos, en ciertos casos se produce un parto prematuro.
El bebé con menos de 37 semanas de gestación es considerado un bebé prematuro que necesita de cuidados especiales para acabar de madurar fuera del útero.
Las unidades de cuidados intensivos de neonatología cuentan con toda la tecnología a disposición del recién nacido, pero ¿son el mejor lugar para un bebé prematuro? ¿Son las luces, el frío entorno hospitalario y el aislamiento adecuados para su recuperación? Personalmente, creo que no. Y muchos estudios relacionados con el Método Canguro avalan que el contacto piel con piel es favorable (yo diría que fundamental) para el desarrollo del bebé.
Basados en este concepto, algunos hospitales de los Estados Unidos como el Baptist Children’s Hospital de Miami y el Children’s Hospital St. Paul han inaugurado habitaciones especiales llamadas “womb rooms” (habitaciones útero o habitaciones vientre) que intentan imitar las condiciones que tenía el bebé dentro del vientre materno y donde el prematuro puede permanecer en todo momento junto a sus padres.
Son habitaciones privadas con la tecnología necesaria para que el bebé esté continuamente controlado pero con algunos “servicios extra”.
Por un lado, puede practicarse el método canguro en el que la madre sostiene al bebé contra su pecho para que pueda amamantarse, oír los latidos de su corazón y estar en contacto con su piel, beneficios que aceleran su recuperación y acortan la estancia del bebé en el hospital.
Además, permanecer en las habitaciones permite que con la ayuda de los padres el bebé pueda ser cambiado de posición, ya que los prematuros no son capaces de hacerlo por ellos mismos, pudiendo ser perjudicial para su desarrollo motor posterior.
Las luces de la habitación tiene la intensidad justa para evitar causar lesiones en los ojos del bebé y para no alterar su ritmo circadiano. También tienen asilamiento acústico para que no se estresen y evitar lesiones en sus frágiles oídos.
En algunos casos, el bebé tiene que permanecer durante meses bajo cuidados especiales, durante los cuales lo ideal es que pueda estar junto a sus padres y no aislado en una incubadora con horarios de visita estrictos, o a lo sumo ser visitado a través de una cámara web.
Las incubadoras del futuro parecen mejorar las condiciones de los bebés, pero ninguna tecnología, por más avanzada que pueda ser, se compara con el calor humano que brinda la mamá a su bebé.
Entiendo que en la mayoría de los hospitales hay problemas de espacio, que es un sistema muy costoso y que necesita de una infraestructura adecuada, pero si tuviera un hijo prematuro éste es el cuidado que me gustaría que recibiera.
Vía | ABC del bebé Más información y foto | The New York Times En Bebés y más | Humanizar el cuidado de los bebés prematuros En Bebés y más | Un estudio se acerca a las experiencias de padres en las UCIs Neonatales En Bebés y más | El milagro de un bebé de 567 gramos que sobrevivió gracias al abrazo de su madre