Es posible que hayáis notado cierto cansancio en vuestros hijos durante los últimos días. Aunque parezca increíble, la llegada de la nueva estación tiene mucho que ver con que los niños se sientan más cansados.
Está tan tipificado, que este trastorno del mecanismo fisiológico tiene hasta su propio nombre. Se lo llama cansancio primaveral o astenia primaveral. Lo sufren tanto los adultos como los niños y se caracteriza por un decaimiento, desmotivación y agotamiento generalizado. Se debe en gran medida a que los días son más largos y el buen tiempo propicia el desarrollo de una mayor actividad.
Notarás a lo mejor que el niño está algo irritable, sensible, triste o caprichoso debido en buena parte al cansancio que sufre. Es normal que se duerman (o mejor dicho caigan rendidos) más temprano de lo habitual, que les cuesta más levantarse por las mañanas o cumplir con la rutina diaria.
Es un síntoma que suele manifiestarse por esta época del año, al comienzo de la primavera, y que dura algunos días o a lo sumo un par de semanas hasta que el organismo vuelve a retomar su ritmo.
Para ayudarlos a combatir el cansancio primaveral podemos seguir algunos sencillos consejos como. 1) Respetar las horas de comida y de descanso, es decir levantarse, comer, cenar y acostarse todos los días a la misma hora, 2) Realizar actividad al aire libre pues tanto el ejercicio como el sol ayuda a cargarles de energía y 3) Ofrecerles comidas energéticas aumentando el consumo de frutas y verduras. Los zumos de frutas naturales, los lácteos, cereales e hidratos de carbono contribuyen a devolver la vitalidad que el cuerpo necesita.
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