Los pies de los bebés son blandos y cartilaginosos. Los bebés nacen con los pies planos y es normal que sea así hasta aproximadamente los tres o cuatro años. Es lo que se conoce como pies planos fisiológicos o pies planos flexibles.
A diferencia de lo que sucederá más adelante cuando se desarrolle el arco plantar, los bebés apoyan toda la planta del pie en el suelo, sin apreciarse arco en la parte interna porque esa zona está llena de grasa y porque los ligamentos son todavía muy elásticos.
El desarrollo del pie
El niño tiene pies planos cuando la planta no presenta curvatura o puente (nada o casi nada). Estos puede provocar cansancio, dolor al caminar… pero como decimos, que los niños apoyen todo el pie en el suelo durante los primeros años de vida es parte del desarrollo normal del pie.
Los bebés presentan en la planta del piel una especie de almohadilla de grasa que es lo que le da ese aspecto de pies redonditos y flexibles. Es la propia morfología del pie y no hay nada patológico en ello.
Al ponerse erguido y empezar a caminar recibirá otro tipo de estímulos en la planta del pie, irá adquiriendo equilibrio y fuerza en las piernas, el depósito de grasa irá desapareciendo y se irá formando su arco plantar.
Generalmente, al ponerse el niño de puntillas el arco plantar se pronuncia pero si esto no sucediera o produjera dolor en los pies de niño, se hablaría de pie plano rígido, que sí necesitaría tratamiento, pero los casos son muy poco frecuentes.
Los niños, mejor descalzos
Es normal ver a niños de hasta cinco o seis años con el pie plano porque aún se le está formando el arco plantar. Para favorecer el desarrollo de los pies de los niños lo más recomendable es que los niños anden descalzos el mayor tiempo posible.
Caminar descalzo por todo tiempo de terrenos (dentro de casa, por la hireba, por la arena...) tiene múltiples beneficios para la salud de los pies, pero también es bueno para los riñones y para la circulación; relaja y evita el estrés; elimina las toxinas y ayuda a las piernas a no retener líquidos. Además, estimula ciertos órganos conectados con las terminaciones nerviosas de las plantas de los pies.
Y no solo eso, los niños descalzos desarrollan mejor su inteligencia puesto "que el movimiento físico y el estimulo sensorial del bebé a través de los pies descalzos es factor de aceleración de maduración, del desarrollo propioceptivo y del desarrollo intelectual del niño", según han concluido los expertos en un estudio titulado “Podología preventiva: niños descalzos igual a niños más inteligentes“.
Así que, ya lo sabes. Siempre que puedas, intenta que tus hijos vayan descalzos para que sus pies tengan total libertad de movimientos y se desarrollen correctamente, reservando los zapatos para cuando salgan a la calle o para proteger sus pies de golpes.
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