Hacia los tres o cuatro meses los bebés empiezan a chuparse las manos o los dedos, básicamente porque empiezan a saber llevarse la mano a la boca (no, no son los dientes) y porque, como bien sabréis, con la succión se calman bastante.
Esta afición puede llegar a ser bastante constante en algunos bebés, sobretodo si nunca han utilizado el chupete, y en ocasiones pueden llegar a sustituir alguna toma de leche por el simple hecho de que con el dedo ya consiguen calmarse, postergando el hambre para después. La duda a resolver entonces es: ¿Puede el dedito hacer que nuestro bebé coma menos? Esta pregunta, lógicamente, también sirve cambiando "dedo" por "chupete".
La respuesta, como ya he dicho arriba, es que sí. La leche materna (y la artificial también) se da a demanda y, como hemos explicado en otras ocasiones, el llanto es un signo tardío de hambre. Esto quiere decir que cuando un bebé pequeñín está despierto y empieza a abrir y cerrar la boca, a veces incluso tratándose de llevar las manos a la boca, tiene hambre.
Si en ese momento le ponemos el chupete y lo empieza a succionar hasta dormirse se queda sin hacer la toma que estaba esperando. Si esto pasa una vez al día, no es mayor problema, porque compensará lo que no ha comido en tomas sucesivas. Sin embargo, si esto va pasando cada vez que quiere comer, o varias veces, sí puede ser que haya problemas de peso porque no esté comiendo suficiente.
Ahora bien, estamos hablando de niños de 3 ó 4 meses que, en teoría, ya comen lo que quieren y necesitan y que han cogido afición por el dedo. Puede pasar que en alguna toma, igual que con el chupete de los pequeños, se calmen o duerman antes de haber comido. Quizás a lo largo del día acaben compensando eso que no han comido como hacen aquellos niños que maman menos porque sus madres, simplemente, van alargando el tiempo entre las tomas, o quizás sí, de tanto "comerse" el dedito acaben comiendo algo menos.
Esto no tiene que ser preocupante, sobretodo porque la mayoría de niños se meten el dedito en la boca y porque seguro que lo han hecho siempre (nuestros padres, abuelos, bisabuelos y así hasta vete tú a saber qué homo sapiens). Si el niño crece y engorda a un ritmo normal estará comiendo lo suficiente.
Si en cambio no está ganando el peso necesario y realmente vemos una asociación entre el dedo y la falta de comida: "desde que se duerme con el dedito está comiendo mucho menos", sí podría ser interesante tratar de hacerle comer más, ofreciéndole el pecho más a menudo (y ver qué pasa, quizás está perdiendo peso por otra causa). Lo cierto es que hablando de bebés con capacidad de pedir sin problemas cuando tienen hambre, es extraño que se produzcan problemas derivados del chupete o del dedito en la boca.
Foto | c r z en Flickr En Bebés y más | "Pues mi hijo se chupó el dedo hasta los...", Guía del buen uso del chupete, ¿Chupete o dedo? Cuando no se puede elegir