¿Puede el dedito hacer que nuestro bebé coma menos?‏

¿Puede el dedito hacer que nuestro bebé coma menos?‏
3 comentarios

Hacia los tres o cuatro meses los bebés empiezan a chuparse las manos o los dedos, básicamente porque empiezan a saber llevarse la mano a la boca (no, no son los dientes) y porque, como bien sabréis, con la succión se calman bastante.

Esta afición puede llegar a ser bastante constante en algunos bebés, sobretodo si nunca han utilizado el chupete, y en ocasiones pueden llegar a sustituir alguna toma de leche por el simple hecho de que con el dedo ya consiguen calmarse, postergando el hambre para después. La duda a resolver entonces es: ¿Puede el dedito hacer que nuestro bebé coma menos? Esta pregunta, lógicamente, también sirve cambiando "dedo" por "chupete".

La respuesta, como ya he dicho arriba, es que sí. La leche materna (y la artificial también) se da a demanda y, como hemos explicado en otras ocasiones, el llanto es un signo tardío de hambre. Esto quiere decir que cuando un bebé pequeñín está despierto y empieza a abrir y cerrar la boca, a veces incluso tratándose de llevar las manos a la boca, tiene hambre.

Si en ese momento le ponemos el chupete y lo empieza a succionar hasta dormirse se queda sin hacer la toma que estaba esperando. Si esto pasa una vez al día, no es mayor problema, porque compensará lo que no ha comido en tomas sucesivas. Sin embargo, si esto va pasando cada vez que quiere comer, o varias veces, sí puede ser que haya problemas de peso porque no esté comiendo suficiente.

Ahora bien, estamos hablando de niños de 3 ó 4 meses que, en teoría, ya comen lo que quieren y necesitan y que han cogido afición por el dedo. Puede pasar que en alguna toma, igual que con el chupete de los pequeños, se calmen o duerman antes de haber comido. Quizás a lo largo del día acaben compensando eso que no han comido como hacen aquellos niños que maman menos porque sus madres, simplemente, van alargando el tiempo entre las tomas, o quizás sí, de tanto "comerse" el dedito acaben comiendo algo menos.

Esto no tiene que ser preocupante, sobretodo porque la mayoría de niños se meten el dedito en la boca y porque seguro que lo han hecho siempre (nuestros padres, abuelos, bisabuelos y así hasta vete tú a saber qué homo sapiens). Si el niño crece y engorda a un ritmo normal estará comiendo lo suficiente.

Si en cambio no está ganando el peso necesario y realmente vemos una asociación entre el dedo y la falta de comida: "desde que se duerme con el dedito está comiendo mucho menos", sí podría ser interesante tratar de hacerle comer más, ofreciéndole el pecho más a menudo (y ver qué pasa, quizás está perdiendo peso por otra causa). Lo cierto es que hablando de bebés con capacidad de pedir sin problemas cuando tienen hambre, es extraño que se produzcan problemas derivados del chupete o del dedito en la boca.

Foto | c r z en Flickr En Bebés y más | "Pues mi hijo se chupó el dedo hasta los...", Guía del buen uso del chupete, ¿Chupete o dedo? Cuando no se puede elegir

Temas
Comentarios cerrados
    • Pues yo prefiero el dedo que es suyo antes que el chupete que es un trasto... Mis hijos no han usado chupete ni se chupan el dedo, siempre han preferido mamar, aunque alguna vez se han puestos nerviosos esperándome y los he pillado mordiéndose los puños o jugando a comerse un pie. Pero esto no les ha quitado el hambre.

      Respecto a los que se chupan el dedo los hay muy precoces: uno de mis hermanos ya salió en una ecografía con el dedito en la boca, jaja.

    • El chupete es un invento buenísimo hasta un determinado tiempo. Lo mejor ninguna de las cosas pero si tenemos que elegir, mejor el chupete, porque con el tiempo se lo podemos quitar con cualquier cosa que nos inventemos, su dedo, no, siempre será suyo y es más difícil acostumbrarlo a que no se lo ponga en la boca.

    • Mis hijos cuando tenían hambre no se calmaban ni con dedo, ni con chupete ni con nada más que con su leche. Otra peculiaridad que tenían es que era imposible hacerles comer más de lo que querían o admitían en ese momento. Ni mentiéndoles la teta o el biberón "a la fuerza". Por mi experiencia, el chupete o el dedo puede calmara un bebé hambriento unos segundos o minutos mientras acabas de freir las croquetas, mientras abres la puerta de casa y entras, mientras te desabrochas los dichosos ganchos del sujetador, pero no más. No veo la necesidad de impedir que chupen lo que quieran o hacerles comer cada cinco minutos para tenerlos perpetuamente tranquilos.

    Inicio
    ×

    Utilizamos cookies de terceros para generar estadísticas de audiencia y mostrar publicidad personalizada analizando tu navegación. Si sigues navegando estarás aceptando su uso. Más información