Hace tiempo os hemos hablado de el problema de la disfunción cerebral mínima en los niños, el cuál podía afectar a muchos niños y niñas que se encuentran en edad escolar y que puede permanecer durante toda la vida si no se adoptan las medidas adecuadas.
Cuando llevamos a nuestro pequeño al especialista porque desde diferentes ámbitos, principalmente la escuela, nos dicen que necesita una valoración porque existen ciertas dificultades en la adquisición de los contenidos dados, muchas veces nos podemos encontrar con que una de las pruebas que realizan es comprobar los llamados signos neurológicos. Pero, ¿qué son los signos neurológicos?.
Siempre que se sospecha de la existencia de algún tipo de daño cerebral infantil, el especialista que explora a nuestro hijo valorará la presencia o ausencia de los llamados signos neurológicos. Éstos se dividen entre los llamados signos neurológicos mayores y los signos neurológicos menores.
Signos neurológicos mayores
Cuando el pequeño presenta una lesión cerebral importante estaremos hablando de lo que se conoce con el nombre de discapacidad mayor. Esto es, existe algún tipo de alteración grave en el sistema nervioso del pequeño, la cuál es fácilmente detectable mediante pruebas específicas de neuroimagen (por ejemplo, resonancia magnética).
Una lesión del sistema nervioso, cuando hablamos de discapacidad mayor, ocasiona diferentes tipos de alteraciones como pueden ser trastornos a nivel motor, cognitivo y/o sensorial, mostrando unos efectos permanentes en el tiempo que pueden variar a lo largo del tiempo según el tipo de tratamiento.
Estas llamadas discapacidades mayores vienen expresadas generalmente por las lesiones cerebrales, lo que se traduce en un incremento de los llamados signos neurológicos mayores. Estos daños que se pueden provocar en el sistema nervioso generalmente son de origen perinatal, y los principales signos neurológicos mayores de la infancia son, entre otros,:
- Heridas abiertas en el cerebro.
- Coma severo de larga duración.
- Traumatismos craneoencefálicos severos
- Daño cerebral por falta de oxígeno (encefalopatía hipóxica isquémica).
- Tumores en el sistema nervioso
- Epilepsia severa
Signos neurológicos menores
Los signos neurológicos menores son la expresión de aquellas alteraciones del sistema nervioso que tienen una manifestación mayor durante los primeros años de vida y que suelen ir disminuyendo con el paso del tiempo, dando lugar a las llamadas discapacidades menores.
Este tipo de discapacidades (de menor gravedad que las discapacidades mayores) pueden ser debidas a alteraciones durante la fase prenatal, perinatal o postnatal, y entre las que nos podemos encontrar aquellas poblaciones infantiles denominadas de riesgo biológico.
Generalmente, estos signos se suelen presentar de forma inversa al nivel de desarollo del pequeño; es decir: a menor capacidad intelectual, mayor número de signos neurológicos menores. No obstante, puede ocurrir muchas veces que los signos neurológicos menores pueden presentarse en niños con inteligencia normal (dentro del grupo del que hemos hablado recientemente: Disfunción Cerebral Mínima).
Ciertos signos neurológicos que se presentan en la infancia pueden ser de origen evolutivo, representando un estado de inmadurez neurológica que poco a poco se va superando, reflejándose en una disminución de los siguientes signos (entre otros): retraso en el inicio de items del desarrollo (marcha, habla...), trastornos del lenguaje, retraso en la definición de la lateralidad o alteraciones ligeras de la coordinación motriz.
El mayor problema que nos podemos encontrar en estos casos es que podemos tardar en darnos cuenta de la presencia de estos signos, principalmente cuando, desde el ámbito escolar, existen ciertos objetivos que el pequeño no alcanza con normalidad.
Por eso, es muy importante reconocer e identificar los diferentes signos neurológicos en la infancia, tanto mayores como menores (siendo imprescindible prestar mayor atención a estos últimos) para poder actuar lo más tempranamente posible y conseguir una evolución muy favorable en el desarrollo del niño.
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