En estos días en que la más pequeña se lleva todo a la boca, no me vendría nada mal un artilugio como Choke Tester.
Ya he tenido que rescatar de su boca varios pequeños objetos que ha querido probar, desde piezas de juguetes, piedras y botones hasta pelusas y trozos de papel.
Es propio de la etapa en la que comienzan a explorarlo todo, pero también creo que hay niños que tienen más afición que otros por llevárselo todo a la boca.
Por más que “a ojo” podemos saber por su tamaño qué cosas pueden tragarse y cuáles no, el tester tiene una medida que confirma que los objetos que caben allí, también caben en la boca del niño y por ende, son susceptibles de que se los traguen y se ahoguen.
No lo veo imprescindible de tener, pero sin duda sorprendería a más de uno la cantidad de cosas que caben dentro del pequeño vasito.
Vía | Skip Hop Blog Más información | PerfectlySafe