Aprovechad y coged mucho a vuestros hijos... o acabarán como yo

Aprovechad y coged mucho a vuestros hijos... o acabarán como yo
43 comentarios

Una de las mejores cosas que le suceden a uno cuando es padre es que puede, en cierto modo, revivir la infancia, pero viéndola desde otro prisma. Algo así como rememorar los tiempos en que eras pequeño y no entendías la posición o las decisiones que tomaban tus padres, o ni te las planteabas, para desde el otro lado recordar y entender, e incluso solucionar o mejorar, si se puede, la relación con nuestro hijo con la referencia que tenemos de entonces.

Estoy hablando de mí, de ser el cuarto de seis hijos, de nacer más o menos cuando mi hermano debutó con una enfermedad de riñón importante que le llevó a estar mucho tiempo en los hospitales y cuando mi madre no se pudo hacer cargo de mí y mi padre no tuvo demasiado interés en suplir su ausencia. Por eso, y ahora os hablaré más de ello, os digo: aprovechad y coged mucho a vuestros hijos... o acabarán como yo.

Relativizando infancias

A ver, las cosas en su sitio. No puedo decir que mi infancia fuera mala. Tuve una familia que me quería y se preocupaba por mí, comida, un techo y la atención de mis padres cuando la requería. Sin embargo, a mi modo de ver, no fue lo completa que podría haber sido. Acabo de decir "la atención de mis padres cuando la requería", y ahí está el quid de la cuestión. Yo no solía requerirla, porque como dice siempre mi madre, no hacía ruido ni para llorar.

Mi niñez

Yo me quejaba poco, incluso cuando necesitaba algo era capaz de no pedirlo por no molestar y, simplemente, resignarme a no obtenerlo. Aprendí y me enseñaron a ser obediente y educado (o lo que entonces se consideraba por ser educado, que podría definirse como sumiso), a que los mayores siempre tienen la razón, a que ellos hablan y los niños callan y todo eso que hace que una persona, en cierto modo, quede anulada a nivel autónomo.

Además, hay personas a las que un grito, una llamada de atención o incluso un cachete les hace rebelarse, pedir respeto o salir adelante con más ahínco, pero yo no era así. A mí todo eso me hacía agachar más y más la cabeza, vivir con el nudo en la garganta, con miedo y arrastrarlo toda la vida.

Pidiéndome perdón

Mi madre me lo ha dicho más de una vez. Pasó tanto tiempo llorando por su hijo enfermo, tanto tiempo pensando en él y luchando por él que a mí me dejó un poco de lado. Por suerte, como dice, yo no me quejaba. Acepté la falta de madre y de padre (porque mi padre nunca nos ha cuidado, sino que simplemente llegaba a casa y descansaba) como lo normal, porque tampoco recibí otra cosa, y ahora que soy padre, analizándome, he llegado a atar algunos cabos.

Solitario e intocable

Ahora que soy padre veo que mis hijos son más extravertidos que yo, veo que encajan mucho mejor cualquier comentario y veo que, incluso cuando mi padre, su abuelo, les reprocha algo, tal y como hacía conmigo (ya le he dicho más de una vez que no lo haga, que disfrute de sus nietos y que me deje a mí lo de educarles), ellos escuchan, hacen o deshacen, pero no agachan la cabeza, es decir, no le cogen miedo, no le temen y le hablan como a uno más.

¿Por qué? Pues igual es innato, no lo descarto, pero me gusta pensar que se sienten bien consigo mismos, que tienen seguridad y que se ven capaces de responder a un comentario si no están de acuerdo, o hacernos saber qué piensan al respecto cuando hay algún problema, y todo ello gracias a que siempre les hemos dado esa posibilidad de expresar, de hablar, de sentirse uno más, independientemente de su edad, tamaño o capacidad verbal.

Volviendo a mí, en comparación a ellos, era y soy mucho más solitario. No soy muy hábil con las relaciones sociales, de hecho, no me siento cómodo en muchas ocasiones, no soy muy de hacer amigos y tampoco se puede decir que sea un gran organizador de eventos. Vamos, que estoy muy cómodo repitiendo patrones de mi infancia, mayormente solo, quizás para seguir pasando desapercibido como entonces (mi familia no cuenta, claro, ellos son parte de mí).

Y además de ser una persona menos sociable que la media, no estoy demasiado acostumbrado al contacto. Miriam siempre me pide que le haga masajes y caricias. Mis hijos siempre me piden que les haga masajes y caricias antes de ir a dormir. Y yo, pues no, nunca pido masajes ni caricias. Un día me lo preguntó: "¿Es que no te gustaría un masaje?", y oye, cuando me los han dado me han gustado, a quién no, pero crecí con el contacto justo y ahora, aunque me gusta, no lo necesito. O mejor dicho, he aprendido a vivir sin él, y en consecuencia, no lo pido y soy también poco dado, si no me lo piden, a ofrecerlos.

Triste, ¿no?

Pues eso, es triste que haya perdido la espontaneidad de dar besos y abrazos ya de pequeñito y es triste que no busque más el contacto. Triste porque racionalmente soy consciente de que el calor de unos brazos tienen un poder impresionante. Crecí también sin ver a mis padres darse un triste beso. A nuestros ojos eran como dos adultos que comparten espacio pero no se tocan.

Así que para evitar eso, para evitar que acaben como yo, aprovecho y cojo mucho a mis hijos, les abrazo y les doy mil besos. Ellos son la cura de muchas heridas y gracias a ellos he roto unas cuantas capas de frío hielo que no me dejaban disfrutar de la vida. Haced lo mismo, aprovechad y coged mucho a vuestros hijos, no dudéis en darles mucho cariño y así, plenos de ese amor y esa confianza, llenos de autoestima, serán capaces de mantener relaciones sociales saludables con los demás y serán capaces de dar y recibir tantos besos y abrazos como sientan (o como mínimo, tendrán la base para ser así de mayores).

Foto | Donnie Ray Jones en Flickr En Bebés y más | A muchos nos gustaría que nuestros padres nos pidieran perdón, Por qué los niños se calman cuando los coges en brazos, "No lo cojas en brazos, que se acostumbra"

Temas
Comentarios cerrados
    • interesante

      Cuánta razón y cuánta ternura en tus palabras!
      Por fortuna en mi casa he sido yo quien ha roto esas capas con mis padres. Aunque a medida que se crece, si no te ofrecen no reclamas... Por fortuna dispongo de familiares, tías principalmente que con una de sus visitas cubren aún a día de hoy el afecto o necesidad de contacto sólo por el placer de compartirlo y sentirlo ellas también.
      La experiencia de compartir con niños rompe capas y si son de propios derriba muros y salva montañas!
      Abrazar, tocar, mirar, hablar, escuchar... es instintivo para una mami desde que se queda embarazada. Lo llevo haciendo meses y cuando salga... lo admito soy y seré mamá achuchón!

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de omsitua Respondiendo a omsitua

      Gracias, en mi caso ha sido mi mujer la que me ha hecho ver la diferencia... y claro, al tener a mis hijos, he visto una manera de querer diferente.

      Un abrazo!

    • Cerrar respuestas
    • Jeje! Las mujeres y nuestro despliegue de amor irracional ;)
      Me alegro! No hay nada mejor que abrirse y disfrutar de ello.
      Y seguro que tu has sido suficiente... "Bastida" como para potenciar ese despliegue. Al menos en mi caso ha sido así! No hay despliegue más gustoso que aquel que es bien recibido!
      Un abrazo para tu poderosa mujer! Esa fuerza seguro se alimenta de vosotros 4!!!!
      Abrazos a los 5!

    • En mi casa tampoco hemos sido mucho de demostraciones de cariño más allá de lo normal cuando eres todavía un bebé, luego lo justo, aunque en la calle había que saludar aunque fuera una tía a la que no vieras hace años siempre con un beso, ufff. Bueno, excepto mi hermano que con 25 años lleva más de diez sin dar un beso a nadie… Y a mí una de las cosas que me enamoraron de mi marido fue precisamente que es muy cariñoso, jejeje… Así que nuestro hijo nos ve darnos abrazos y muchas veces nos damos abrazos los tres con él en brazos, y le encanta lógicamente… Hoy con dos añitos todo el mundo nos dice que es un niño muy cariñoso, y yo lo que espero es que siga siéndolo cuando sea mayor porque es lo que está viendo en casa.

      Y considero especialmente importante romper los momentos de tensión y enfado con un abrazo. Más de una vez ya mi hijo cuando me ha visto enfadada se me ha acercado a darme un besito. Y es que creo que cuando estamos “echando humo” el parar un momento y sentir el cuerpo de la persona querida puede hacer milagros… Me ha resultado especialmente útil cuando por la noche después de más de tres cuartos de hora en la cama con la luz apagada, un chupito de teta, media vuelta, otro chupito, y ver que no se duerme, y pensar en lo tarde que es, y lo que tengo que hacer, y sentir un enfado creciente… encender una pequeña luz, mirarle a los ojitos y abrazarle con la cabecita en mi brazo y las piernas suyas y mías enredadas…

    • Pues mi experiencia, a pesar de ser la mayor de diez hermanos, es muy diferente. Cierto es que mis padres eran jóvenes y se han implicado siempre mucho en nuestra crianza. No puedo cuantificar "cuánto me querían", ni "cómo repartían las atenciones entre nosotros"... Yo sé que me he sentido muy querida, que mis padres han centrado su vida en la familia (y no en el trabajo, amistades o aficiones...) y me siento muy agradecida, sobretodo por los hermanos que me han dado. Creo que no es sólo lo que se vive (objetivamente) sino cómo lo vive cada uno (subjetivamente), porque quizá viviendo en la misma casa mi vivencia y la de alguno de mis hermanos sea completamente distinta.
      Recuerdo a mi madre jugando con nosotros al lego, a mi padre enseñándonos a ir en bici, también recuerdo a mi madre atendiendo a mis hermanos cuando eran bebés y no sentía celos sino más bien me sentía "mayor", y a mi padre trabajando fuera y dentro de casa...
      Todo lo que han sembrado sigue dando hoy fruto, mis hermanos son mis amigos, mis hijos disfrutan con sus abuelos, sus primos, sus tíos... No somos de besos y abrazos, pero sí de "estar ahí" cuando el otro te necesita.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de anamare Respondiendo a anamare

      Claro anamare, creo que has dicho algo muy importante: es lo que uno vive objetivamente y es lo que uno vive subjetivamente.
      Y en ello está también el carácter de cada persona o niño. Creo que de los seis el que peor lo vivió soy yo. Los otros parece que lo ven todo más normal, ellos no parecen haberse visto demasiado afectados por la falta de padre y parece que tienen mejor relación con ellos. Quizás analizan menos la situación, quizás les parece normal que todo fuera así, quizás no han hecho el trabajo que yo he hecho al tener hijos, quizás yo, por ser introvertido y tímido lo viví todo de ese modo.

      El tema está en que los padres, yo creo, tienen en cierto modo que saber mirar a los ojos a los hijos y tratar de adivinar qué necesitan cada día. No todos necesitan lo mismo, y yo, al no llorar ni quejarme, quedé en un segundo plano... pero como se dice habitualmente en socorrismo, después de un accidente, el que más ruido hace no es el que está peor.

    • Hola,

      De vez en cuando has dejado ir comentarios sobre tu infancia, la autoridad de tu padre, etc. pero hasta hoy no te has sincerado... me imagino que esta confesión te sirve en si misma como terapia...ya estás viendo por algunos comentarios que no eres el único que tiene este tipo de sentimientos...yo misma me siento muy identificada. En mi caso la segunda de cuatro hermanos, estando en una família muuuuuuuuy machista... los hombres primeros y luego yo detrás.. falta de cariño...autoridad dictatorial de un padre de mano suelta...yo me revelé, y mucho, e incluso hice mi huelga de hambre de 3 días porque quería conseguir que me contestaran a una pregunta que no había manera, era el NO por el NO, como siempre, y yo exigía una respuesta, como no querían dármela al final fue un SI (yo no buscaba el si, buscaba respuesta). El caso es que he tenido unos padres muy injustos debido a su machismo y el favoritismo hacía la hermana pequeña, que se encargó de hacerme la vida imposible y mis padres le dieron siempre la razón a ella... siempre era yo la mala...llegué a tener pensamientos homicidas...no te puedes llegar a imaginar las mil y una canalladas que me hacía y mis padres sin hacer nada. Lo que han conseguido mis padres:

      -No quiero a mi hermana, no quiero a mi padre...
      -Entre los hermanos y padres no nos damos abrazos, no nos damos besos, no nos decimos te quiero.
      -Una infancia muy infeliz
      -Falta de confianza en mi misma
      -Me cuesta solciabilizarme
      -Me cuesta ser cariñosa...no con mis hijas, si con la família y pareja
      -Insomnio, el rencor y la impotencia por lo que me pasó no me deja dormir... de vez en cuando exploto... me siento mejor... y tengo tranquilidad para unos meses...

      Mi madre alguna vez me ha dicho, por escrito claro, "ayyy cuantas veces nos habremos equivocado contigo"... no sirve de mucho...a mi madre la considero víctima y verdugo a la vez, ya que por un lado fue anulada por la autoridad de mi padre y por otro lado consintió que mi padre nos maltratara...no hizo nada...

      Besos y ánimo...gracias por tu sinceridad... mi contestación me sirve de terapia para mi... por unos meses...

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de mmerce Respondiendo a mmerce

      Sí, mmerce, la verdad es que no es fácil hablar de uno mismo. Pero cuando ya has identificado el problema, las posibles causas y asumes que eres así, puedes empezar a explicarlo para, poco a poco, ir cambiando (si es posible, que no siempre) o para, al menos ser consiente de tus virtudes y defectos.

      Además, gracias a esta entrada estoy viendo, tod@s estamos viendo, que no estamos solos, ni mucho menos. De hecho, yo diría que es más habitual de lo que creemos, ya que muchas personas arrastramos insatisfacciones más o menos graves por infancias que podrían haber sido mejores.

      ¿El perdón? Lo estuve esperando un tiempo, cuando más enfadado estaba con ellos, y sobre todo con mi padre. Ahora ya me da igual. La relación con él es poco más que cordial... a veces llamo y directamente pregunto por mi madre. Si no está, en 20-30 segundos hemos colgado los dos. Si a él eso le parece bien, pues para qué vamos a darle más vueltas...

      Y sí, sirve de terapia hablarlo, claro que sí, esperemos que unos meses y, cuando la cosa desfallezca, nos acordemos de que no estamos solos, que quieras que no, ayuda.

      Un besazo!

    • Avatar de mmerce Respondiendo a mmerce

      Jo...veo que nuestras familias son muy parecidas...Desde luego que este artículo nos sirve de terapia a todos/as. Me ha pasado exactamente lo mismo que a ti, y llevo años pensando que quizás mi familia era la única que estaba así de mal. Pero igual, vamos: somos 4 hermanos, yo la segunda, tengo una hermana pequeña...Me educaron a servir a los hombres, a resignarme, a odiar...Hasta que hace 8 años conocí a mi marido, que viene de una familia en la que su padre fue increíble!! Gracias a la educación que le dieron, me cambió la vida. He conseguido olvidar en cierta parte y avanzar, y yo que era una persona cerrada, gracias a él ahora somos los dos super cariñosos, e incluso hemos transmitido ese amor y gestos de cariño a mis hermanos. A mi mis padres nunca me han pedido perdón, y nunca lo harán, porque no van a reconocer nada; siguen pensando que son los mejores padres del mundo. Pero ya me da igual, solo quiero tener mis propios hijos, y quererlos mucho...:)

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de cristina_ Respondiendo a cristina_
      interesante

      Lo dicho, no estás sola. Es sólo que la mayoría hemos aprendido a disimular de lo lindo. La mayoría, gran parte de la sociedad, arrastra desilusiones, rabia contenida, injusticias con las que tragó en su momento y no ha podido sacar a la luz, etc. Sin embargo, como digo, somos capaces de sonreír y decir "bien, muy bien" a la pregunta de cómo estás. O quizás es que hemos aprendido a vivir con ello ahí arrinconadito, porque si no nuestra existencia sería lamentable.

      Claro, el día que decides sacarlo, duele. Pero a veces vale la pena hacerlo.

      Por cierto, enhorabuena porque seguro que tus hijos van a tener una madre superamorosa y comprensiva.

      Besos!

    • Cerrar respuestas
    • Si, en mi caso mi padre utilizaba la violencia verbal, mi madre me chantajeaba psicológica mente,me utilizaba, me manipulaba y pasaba de mi hermana y de mi hermana hasta el punto de pasar días enteros solas con 4 y 2 años. Osea que de demostrar afecto y sentirme bien conmigo misma no he sabido nunca mucho... Y al tener a mi hijo me volvieron todos esos fantasmas, al principio no dejaba de pensar ¿Pero por qué ? ¿Pero como eran capaces de hacer eso con sus hijas?... Y me doy pena la verdad, por que veo mi hijo con ese potencial que tiene.. que mi madre dice: "es que tu eras a así de pequeña, pero luego con la edad cambiaste" Como sentir que puedes con el mundo si con 5 años tu padre no para de decirte que eres subnormal (es literal y os estoy diciendo el mas suave) y tu madre no te defiende?
      Os sorprenderá pero ahora son muy buenos abuelos, y mi padre no ha vuelto desde que soy adulta a hablarme mal. Pero mi madre sigue queriéndome manipular aunque no me dejo claro. Pero bueno si algo bueno saco de esto es que sé exactamente lo que no debo hacer con mi hijo.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de mamaeric Respondiendo a Bea

      Uff, qué duro!! no se qué me parece peor, la violencia verbal y los insultos o el abandono de unas niñas tan pequeñas durante días enteros.

    • Has conseguido volver a emocionarme :) Es cierto que durante mucho tiempo he vivido con ello arrinconado...tanto yo como mis hermanos. Cuando realmente abrí los ojos fue cuando me prohibieron salir con mi marido, convirtiendo mi vida en un infierno durante 3 años. Finalmente conseguimos casarnos, yo solo tenia 20 y él 22, y todo el mundo sorprendido por nuestra edad. Ahora tras 5 años de matrimonio soy tan feliz, y a veces me da mucha rabia ponerme triste por el pasado y también porque ellos no han cambiado nada, siento como si fuera egoísta, porque a pesar de todo he conseguido ser feliz...
      Y ahora que queremos ser padres y ser totalmente diferentes, estamos todavía más felices, porque creo que en cierta parte podré recuperar mi infancia. Formar una verdadera familia, ser un equipo.
      De verdad que muchísimas gracias por tus ánimos, y por todas tus publicaciones. A veces decimos en casa: menos mal que hemos descubierto esta página antes de tener hijos, porque con tantos consejos es imposible hacerlo mal. Ojalá sepamos ser buenos padres. Desde luego que pondremos todo de nuestra parte para que nuestros hijos sean felices. :) Un beso.

    • Avatar de mmerce Respondiendo a mmerce

      Ánimo chica. Eres muy valiente al contar esto. Disfruta de tu familia a tope, mil abrazos (aunque a mí tampoco me guste darlos...).

    • Me ha encantado la entrada. A mi en lo referente a expresar sentimientos me pasa algo parecido, mis padres siempre se han querido y se sentía, pero la muestras de cariño en publico no es que hubiera muchas. A mi en mi relación de pareja me encanta demostrarlo, pero en mi casa con mis padres delante solo llego a pequeñas caricias, los besos quedan censurados. Pero creo que lo de mis padres y la gente de su generación es un problema de la época en la que crecieron. Yo tengo claro que mi peque vera esas muestras de cariño y espero que lo vea de lo mas normal. Por cierto no tiene mucho que ver pero si es una pequeña tara que he descubierto que tengo por algo que mi madre hacia cuando era peque. Cuando voy a los sitios nunca toco nada, la situación mas graciosa fue la primera vez que fuii con mi pareja a un concesionario de coches, y yo ni me acercaba a los coches y menos me subía. A lo que mi chico me pregunto porque actuaba así y mi repuesta fue sino lo voy a comprar no lo toco. Y es que de pequeña mi madre era muy severa cuando íbamos a comprar cualquier cosa no se tocaba. No se a lo mejor os parece una chorrada

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de dunne Respondiendo a dunne

      Jajaja, no, claro que no me parece una chorrada. Es algo que te enseñaron y es algo que sigues haciendo. La herencia de nuestros padres es a veces muy grande y poderosa. Hay gente que, incluso cuando sus padres ya han muerto, siguen comportándose como les enseñaron por miedo a decepcionarles. Muy fuerte.

      Ser padre y ser madre es muy fácil. Te quedas embarazada y a los nueve meses un bebé nace y ya lo eres. Ahora, ser un padre consciente y responsable, sabedor de que muchas de las cosas que hagas con tus hijos les dejarán huella toda la vida, es más difícil. Y no digo con esto que no puedas cometer errores. Todos lo hacemos, pero no es lo mismo equivocarte un día, porque estás sobrepasado y sale el piloto automático (el que te hace repetir lo que los adultos hicieron contigo), que hacerlo todos los días, uno tras otro, porque es tu manera de ser.

    • Armando, me siento muy identificada con tus palabras. En mi casa se confundía el tener respeto a los padres con tenerles miedo, castigos, gritos a todas horas, cachetes y otras delicias (como no decir jamas a un hijo "te quiero" porque eso les hace parecer débiles, perder autoridad, como que los padres nunca se equivocan y por tanto nunca piden perdón, como obligarme a dormir completamente a oscuras sabiendo que me daba verdadero pavor, y nada de levantarme de la cama a pedir ayuda...hoy día no he superado mi miedo a la oscuridad, si se va la luz me entra terror) En fin, no les culpo porque se que la educación que les dieron a ellos fue todavía peor. Pero si me gustaría que ahora, pasados los años, me lo reconocieran. Intento educar a mis hijos de otra manera, con empatía, repitiéndoles todos los días que les quiero a rabiar, que son lo mejor que me ha pasado en la vida, pidíendoles perdón cuando pierdo los nervios o me equivoco y dando abrazos y besos hasta hartar... Lo más cómico de la situación es que mi madre emula mi comportamiento y hace con sus nietos lo que no ha hecho conmigo. Y un día hasta casi discutí con ella porque pretendió hacerme creer que conmigo también se comportaron así... que alguna vez se les escapó un cachete pero nada más Ufff, no si si es para tranquilizar su conciencia.
      Yo perdono y comprendo las circunstancias, pero por favor, un poquito de sinceridad a la hora de mirar atrás.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de madrealacarga Respondiendo a madrealacarga

      Estoy en tu misma situación. Lo mismo digo yo...todo sería diferente si por lo menos a estas alturas reconocieran algo, se sinceraran aunque sea un poco, pero eso no pasa porque ellos lo ven como algo bueno. Yo por ejemplo, todavía no tengo hijos, pero llevo unos meses visitando esta página y he aprendido muchísimas cosas para cuando sea madre. Y a veces les comento muchas curiosidades a mis padres, y ellos se escandalizan muchísimo. Se ríen en mi cara cuando les digo todo el cariño que voy a transmitir a mis hijos, cuando les repito que nunca les pegaré, que les respetaré... Y me dicen que ya hablaremos cuando los tenga. Pero no importa, no tengo que demostrarles a ellos mi amor, sino a mis hijos, para que nunca jamás pasen por lo que pasé yo...

    • Avatar de madrealacarga Respondiendo a madrealacarga

      Ya, qué me vas a contar... la memoria de los padres está bastante sesgada, la verdad. Como digo, yo ya no espero que reconozcan nada. Cuando alguna vez les he comentado algo se han sentido molestos y han buscado excusas, y aún ha parecido que esperaban mi comprensión y compasión, y mira, casi prefiero no tocar el tema.

      Quédate con lo bueno, al menos con tus nietos no son como fueron contigo... mi padre a mis hijos les mete las mismas broncas que nos metían a nosotros. Sólo que al parecer lo que a mí me daba miedo a mis hijos no les molesta tanto (como además sólo es un ratito un día a la semana...). Y si veo que se pasa, yo mismo le digo que se está pasando y a mis hijos que no le hagan caso, que el abuelo tiene muy mala leche.

    • Cerrar respuestas
    • Gracias Cristina y Armando. Intento cambiar la inercia de seguir educando en lo mismo con mis hijos. A veces no es fácil pero esta web me ha hecho aprender mucho y comprobar que, lo que mi instinto me decía, no es descabellado: Existe otra forma de educar y de relacionarse con los hijos.
      A veces romper la inercia no es fácil. Con mi marido lo tengo un poco más difícil, hablamos mucho del tema pero le cuesta. Cuando pierde los nervios a veces les grita mucho y yo me pongo muy nerviosa. Quiero interponerme como si fuera un escudo humano y él lo interpreta como una desautorización hacia él. No les pega pero veo sus caritas cuando les grita y...
      Sus padres, son de los que usaban el cinturón para repartir disciplina. Aún hoy día dicen que mi marido era un niño tan movido que le pegaron poco, que le tenían que haber pegado más (palabras textuales) y que si no le hubieran pegado habría salido un delincuente. Uff qué difícil es todo.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de madrealacarga Respondiendo a madrealacarga

      No puedo entender como unos padres en vez de pensar con el paso del tiempo "No tendríamos que haberle pegado" piensan todo lo contrario.. Yo cuando doy una voz más alta de lo normal ya me arrepiento al instante... Por eso nunca entenderé este tipo de cosas...

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de mamaeric Respondiendo a Bea

      Y tanto Bea, yo tampoco lo entiendo. Creo que les ayuda a tener la conciencia tranquila. Yo más bien me preguntaría "mi hijo es movido...¿porqué?¿quiere llamar mi atención? ¿qué necesita de mi?" Entiendo que pudieran estar desbordados pero... eso justifica que emplees esos métodos? Su madre siempre dice que sacaba buenas notas pero en comportamiento siempre le llamaban la atención. Se portaba fatal. Y eso como madre ¿no te indica nada? No creo que haya que tener un doctorado en Psicología, vamos.Y ahora, con la perspectiva del paso del tiempo ¿no eres capaz de ver el error? Yo cuando me veo desbordada y me pongo a chillar antes de terminar la frase ya voy bajando unas octavas, me siento fatal según lo estoy diciendo.

    • Mi madre piensa que lo hizo todo bien y perfecto. Y si alguna vez le comento algo muy por encima sólo sabe decirme " A ver como lo haces tu doña perfecta" Así que ya he optado por no decir nada. Total no vamos a llegar a ningún sitio que no sea ponernos a mal..

    • Armando,
      muchas gracias por esta "confesión". Hay muchísima gente en tu misma situación, que ha vivido una infancia similar a la tuya y que, inconscientemente, siguen el mismo patrón que lo que ellos vivieron.
      Personalmente te agradezco tu sinceridad, seguro que no te es fácil explicar tus intimidades pero es un gran paso más que estás dando para ser el mejor padre del mundo para tus hijos.
      Felicidades. Y gracias.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de laiacrespo Respondiendo a laiacrespo

      Gracias Laia, en eso estamos, en romper la cadena para no transmitir de nuevo ese estilo educativo.

      Un abrazo!

    • ¡Felicidades por esta entrada, Armando! Qué oportunidad más grande son los hijos, ¿verdad? de sanar aquello que faltó en nuestras infancias. No es fácil lo que has hecho, lo que has conseguido. Lo de tus hijos no es genético, se llama resiliencia :) ¡Enhorabuena por habérsela aportado, y a ellos por poseerla!

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de 19473 Respondiendo a 19473

      Increíble oportunidad. Sin ellos no sé qué persona sería ahora, porque no habría tenido la oportunidad de darme cuenta de que mi ser es fruto de mi pasado, no me habría dado cuenta de que a los hijos se les puede educar queriéndoles con locura y quizás estaría más solo que la una... a saber.

      Sobre la resiliencia, lo sé, conozco el término. Espero que sí, que si no nacieron con ella, hayamos sido capaces Miriam y yo de ayudarles a crearla. También añadiría el sentido de la justicia, confianza en sí mismos y autoestima alta. Si siguen siendo así, podrás ser mucho más felices que nosotros.

      Besos!

    • Ay! Armando cuanta razón! Me encantan tus post. Haces reflexionar.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de tanialeis Respondiendo a tanialeis

      Me alegro de que sirvan para reflexionar... porque supongo que así crecemos todos.

    • El artículo.... Preciooooooooooooooooooooooooooso. El amor lo cura "casi" todo.

      Un beso,
      María.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de mariadelaaeiou Respondiendo a mariadelaaeiou

      Exacto. Gracias a mi mujer y sobre todo a mis tres preciosos ojos grandes, he crecido como persona.

      Beso igualmente!

    • Lo entiendo pero tengo miedo que tanto achuchón les haga muy dependientes de mi. Mi hijo tiene 7 años y esta muy apegado a mi, no quiere estar con nadie mas que no sea conmigo, quiza porque siempre he estado ahí y le he dado cariño, quizá ha estado demasiado en mis brazos pero cariño y protección es lo que una madre quiere dar. No se si son fases y según crezca será mas independiente pero de momento se siente protegido a mi lado, aunque me preocupa un poco porque su actitud sigue siendo muy infantil para su edad pero no quiero negarle ni abrazos ni cariño. Hago mal?

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de isaprada Respondiendo a isaprada

      Isaprada no soy ninguna experta pero creo que haces bien. No le niegues nunca apoyo emocional. Tenga los años que tenga. Se ira independizando por sí sólo, ya verás. No le niegues nunca cariño, abrazos ni besos. Yo tengo dos hijos: una de casi 7 años y uno de casi 2. Y la de 7 reclama cariñitos y arrumaquitos que le hago al de dos, quiere que le haga palabra por palabra y besito por besito lo que le hago al chiquitín. Y jugamos a simular que es una bebé pequeñita. Y le encanta.
      No creo que sea signo de inmadurez, cariño necesitamos todos.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de madrealacarga Respondiendo a madrealacarga

      Claro, no confundamos abrazos, cariño y besos con ser sus sirvientes. Lo primero no hay que negarlo nunca, lo segundo sí, porque somos sus padres, no sus mayordomos. Tenemos que estar ahí para ellos, para ayudarles cuando haga falta, pero debemos darles autonomía para que ellos vayan haciendo sus vidas, a nuestro lado, con nuestro apoyo cuando lo necesiten.

      La gente confunde una cosa con otra y acaban convirtiéndose en eso, sus brazos y sus manos, y eso cuando uno es un bebé es normal y lógico, pero cuando un niño ya es capaz de ir cogiendo dependencia (y normalmente la piden, porque lo quieren hacer solos), debemos permitir esos intentos y potenciarlos.

      No sé si me explico...

    • Cerrar respuestas
    • Estupendamente. Y totalmente de acuerdo contigo. Creo que cuando tengan 50 años, si sigo en este mundo, seguiré achuchándoles como si tuvieran 2. Lo que no quita a que ellos aprendan a desenvolverse en la vida, lo que es sano y necesario.

    • Gracias, gracias y gracias por este post.
      Durante años he estado pensando que no quería ser madre, por temor a ser "como mis padres".
      Ahora estoy embarazada, pero sigo con mis temores y me produce mucha ansiedad.
      Ver tu comentario me ha hecho ver que no soy la única, que es posible evolucionar, y que podré ser una madre mejor.
      Soy muy feliz con mi pareja, y me has dado ánimos para que lo sea con mis futuros hijos.
      Realmente, muchísimas gracias.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de espe_gb Respondiendo a espe_gb

      De nada espe_gb,
      pero tenlo muy claro: puedes ser quien tú quieras ser.

    • Es impresionante como leyendo esto han brotado de mi interior lágrimas que encerraban cada una de ellas un recuerdo de mi infancia.
      Debo decirte que has descrito la historia de mi infancia. Soy el quinto de 7 hermanos. La sexta trajo consigo una enfermedad de relevancia, lo cual provocó que la atención hacia mí desapareciera de un plumazo. Encima Mi madre cuando era pequeño se fue a otro pais dejandonos a la merced de un desinteresado padre, el cual no era malo, simplemente no parecia importarle mucho la vida de sus hijos. En resumen soy una persona mas bien solitaria, prácticamente no siento ni una pizca de amor hacia mis hermanos, me cuesta mucho relacionarme, no disfruto de la vida, etc etc. No me gusta ser de esta manera tan fria y distante con la gente. Me gustaría que me dieras alguna fórmula para dejar estos problemas atrás dado que me considero muy joven y tengo toda una vida para cambiar el problema es que no se como hacerlo. No quiero acabar de convertirme en una persona como tu con todo el cariño ;) por culpa de la ineptitud de mis padres al criarme.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de lost1 Respondiendo a lost1

      ¿Fórmula? No sé, es como pedirle a un ladrón que te explique cómo no serlo...

      Pero bueno, lo intento: rodearte de gente positiva, de gente cariñosa, de gente que te apoye, que te haga sentir bien, importante, y así tú tendrás ganas de ser así, de dejar atrás tu pasado y convertirte en una persona más sociable, extrovertida, alegre y cooperativa. El control de tu vida lo tienes tú y aunque todos tenemos un pasado, tenemos también un futuro. De cada uno depende coger las riendas de su vida y mirar adelante o bien seguir lamentándonos el resto de nuestras vidas mirando hacia atrás.

    • Bon dia Armando !!! Buen artículo, me ha gustado mucho. Únicamente comentarte, ya que eres un amante de la ortografía y la gramática, que la palabra extrovertido no es correcta. En su defecto deberías usar extravertido. Un saludo respetuoso. Besos.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de rocio.marques1 Respondiendo a rocio.marques1
      interesante

      Pues mira, ya no me acuesto sin haber aprendido algo ;)

    • Hola a tod@s,

      Soy el hermano mayor de Armando. A menudo leo sus posts y suelen resultarme interesantes.

      Este post me ha llamado especialmente la atención y es por ello que decido comentarlo. La entrada de Armando me ha hecho ver como realidades similares se pueden vivir e interpretar de manera distinta.

      Soy el mismo hermano que con dos años y pico empezó a ser hospitalizado periódicamente. Recuerdo vagamente alguna de esta estancias en el hospital (y mi madre me ha ayudado a recomponer piezas sueltas o a añadir detalles a mi memoria). Mi madre no pudo darme entonces toda la atención que deseaba en mis primeros ingresos en hospital; debía amamantar y cuidar de mi hermano recién nacido –Armando–. Hablamos entonces de una madre dividida entre dos hijos –o entre cuatro, que es los que de hecho tenía en ese momento–. Una madre que intentaba prestar la mayor de las atenciones a su bebé y a su peque hospitalizado y que, a pesar de ello, era incapaz de sentirse satisfecha del resultado. Igual que Armando acepté que mi madre no pudiera prestarme toda la atención deseada.

      Estoy de acuerdo con mi hermano en que mi padre no tiene un talante claramente afectivo, pero en mi caso, sus intentos por suplir la ausencia de mi “mamá” se transformaron en un bonito recuerdo: Acudía al hospital a acompañarme después de trabajar –seamos conscientes que en los 70-80 la conciliación laboral y familiar brillaba por su ausencia por lo que era complicado que mi padre faltara al trabajo–. Yo agarraba el dedo corazón de la mano de mi “papá” hasta que conseguía conciliar el sueño, momento que mi padre aprovechaba para besarme a modo de despedida e ir a casa a descansar hasta su siguiente jornada de trabajo.

      He podido leer en comentarios del post hablar de “desinterés” por falta del padre cuando, por ejemplo, no muestra suficiente afecto a sus hij@s. Y digo yo que eran otros tiempos. Que las madres tenían una función social de maternaje; eran las encargadas, entre muchas otras cosas, de entregar afecto a sus hij@s. Y que el padre se preocupaba por llevar dinero a casa y facilitar que toda su familia tuviera resueltas las necesidades primarias, además de mantener el orden familiar desde un modelo claro de autoridad. ¿A esto se le puede llamar falta de interés por sus hij@s? Me resulta injusto tachar a un padre de desinteresado por seguir los cánones sociales de la época acerca de la función social del padre.

      Discrepo también del hecho de responsabilizar a nuestros padres de cómo somos en la actualidad. Cómo nos educaron nuestros padres influye y condiciona –pero no determina– nuestra manera de ser. No podemos negar el efecto de nuestra carga genética en la formación de nuestro carácter. Además tenemos que tener presentes que, desde pequeñ@s, nuestro entorno no se limita al núcleo familiar. De ahí que, volviendo al caso de mi familia, no creo que el hecho de que Armando se considere una persona solitaria tenga que ver únicamente con el apego o cariño ofrecido por nuestros padres. Y es que de 6 herman@s que somos, y habiendo tenido casi el mismo entorno –y por tanto afecto– familiar, todos somos diferentes: Más o menos cariñosos, más o menos sociables, más o menos solitarios. En todo caso, que 4 de nosotr@s tengamos trabajos de atención directa a personas parece indicar que no nos caracterizamos en nuestra mayoría por ser poco sociables.

      Pero esta es mi lectura sobre parte de mi infancia, que por lo que he constatado es diferente a la de mi hermano Armando.

      Que vea las cosas distintas a mi hermano en cuanto a lo que vivimos de “peques” y a cómo ello nos ha afectado en nuestra vida adulta, no quita que esté de acuerdo con él respecto al afecto. Y es que el cariño de la persona adulta –entre otros elementos– es imprescindible para favorecer el óptimo desarrollo de l@s menores a l@s que cuidamos así como para facilitar su proceso de maduración.

      Besos a mi brother y saludos a la resta de lectores/as.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de kaikbas Respondiendo a kaikbas

      Hola hermanito, anda que acabar viéndote por aquí... ¡vaya sorpresa!

      Ciertamente, como dices, esta entrada nos hace ver a ti, a mí y a todos (yo lo sé, porque sé compararme con vosotros) que la manera de criar de unos padres no afecta del mismo modo a los hijos. Algo que sucede con todo en general: ante una problema o inconveniente, no todos responden del mismo modo. Unos lo afrontan, otros lo evitan y otros se lo comen hundiéndose con ello.

      Yo soy de los que pensaban como tú. Mis padres lo hicieron lo mejor que pudieron y supieron y siempre me han querido un montón. El problema vino cuando nacieron Jon, Aran y Guim... sus llegadas y mi papel como padre me hizo revivir el pasado y observar mi infancia desde otra perspectiva. Llegué, te aseguro, a odiar en cierto modo a mi padre. No a mi padre actual, no le odio, sino al padre que tuve cuando yo era pequeño, porque llegó a conseguir que le temiera, que le tuviera auténtico miedo, y eso sí lo recuerdo como si fuera hoy. Probablemente pensarás que es absurdo, que no fue un mal padre, y comparándolo con la época, como dices, pues no debió serlo. Pero yo lo viví así, así lo recuerdo, y oye, también habría padres que siguieran un modelo menos autoritario, digo yo. O padres que fueran capaces de amoldarse a los carácteres de cada hijo y ver cuáles eran sus necesidades, porque si hay algo que todo educador debe saber (y los padres son educadores) es que los niños no pueden ser educados igual, porque los niños no son iguales.

      En referencia a responsabilizar a los padres de cómo somos... depende. Un gran DEPENDE. En tu caso, y probablemente en el resto de hermanos, el modo de ser de nuestros padres no influyó. Quizás érais más autónomos, más capaces o más resilientes. Quizás os supisteis apoyar más en el resto de hermanos o en los compañeros de clase, o en los profesores.

      Yo no fui capaz. Solo vi autoritarismo en casa, por parte de nuestro padre y autoritarismo en el colegio, por parte de los profesores. No supe amoldarme a eso, no supe superarlo y todo ello hizo de mí lo que fui y obviamente, lo que soy. Ellos, el entorno, etc.

      Éramos (somos) 6 y es muy difícil para unos padres saber qué necesita cada hijo en cada momento, y más si uno de ellos llevaba las procesiones por dentro (yo).

      Ya digo, todo este remover llegó desde que fui padre, que me puse a analizar, quizás si ahora no tuviera hijos estaría diciendo que tuve una infancia más o menos feliz... o la infancia lógica de cada niño. Pero cuando tienes 3 y te das cuenta de que son diferentes y necesitan cosas diferentes, ves que tú también (yo) necesité cosas que no llegaron ni de mis padres, ni de mi entorno.

      ¡Besos igualmente!

    Inicio
    ×

    Utilizamos cookies de terceros para generar estadísticas de audiencia y mostrar publicidad personalizada analizando tu navegación. Si sigues navegando estarás aceptando su uso. Más información