Arturo está cerca de cumplir sus seis meses de edad el próximo miércoles. Y es que el tiempo pasa volando. Los que tenemos un bebé nos parece ayer que tuvimos por primera vez a nuestro hijo en brazos.
Todavía sigo con el pecho y he ido introduciendo la papilla de cereales poco a poco; pero Arturo no quiere saber nada del biberón, con lo cual come como un mayor con su cucharita. Le debe saber muy sabrosa, porque a ver la taza le entra una alegría en el cuerpo que la demuestra con un enérgico pataleo.
A mi hijo mayor ya le han pasado completamente los celos y ha nacido una secreta conexión emocional entre ambos. Arturo mira, bueno, mejor escribo admira TODO lo que hace su hermano, se sonríe y se asombra de los movimientos y ruidos que Lucas es capaz de hacer mientras juega.
Generalmente duerme bien por las noches, si ha tenido muchos estímulos en el día, llora y llora y llora antes de irse a la cuna. Duerme de un tirón aunque algunas veces reclama su “tetica” en la madrugada.
Yo por mi parte al tener dos hijos he descubierto una nueva faceta que ignoraba: lo rápida que puedo llegar a ser. Me doy una ducha velozmente mientras Arturo duerme una siesta (que las hace cortitas). Ahora si puedo decir con propiedad que el “tiempo es oro”. También he descubierto que me sienta bien el look natural. Ya lo había dicho en el post de mamá estresada a la vista. Igualmente he afinado mi voz y soy la reina de las canciones improvisadas mientras voy en el coche y el bebé comienza a protestar. Creo que es una faceta innata de las madres con bebés.
Nuestra casa, desde que nació el bebé tiene una decoración especial: “juguetes por todas partes,” sonajeros en el sofá, el gimnasio en el salón… más los juguetes que Lucas deja por allí y que le cuesta recoger. Así que cuando viene visita de imprevisto le tengo que hacer sitio en el sofá. En la casa se nota claramente que hay un bebé.
Como balance general puedo decir que doy abasto. Era una cosa que temía cuando estaba embarazada. Mis niños crecen sanos y felices y eso me llena de una gran satisfacción.