Vivimos rodeados de tecnología y es inevitable que este se incorpore como una herramienta más en la crianza. Además de apps que ayudan a cosas que van desde diseñar la habitación de tu bebé a gestionar el calendario de los hijos con padres separados, los dispositivos como tablets, móviles o los altavoces inteligentes han venido para quedarse. Prueba de ello es el creciente uso de Alexa como un temporizador al que los niños obedecen sin rechistar (o al menos sin protestar tanto como a la madre).
Es un tema cada vez más escuchado: Alexa, además de chivarles las respuestas de los deberes o de ponerles música, está siendo utilizado para controlar esos plazos tan típicos que manejamos los padres "5 minutos y a dormir". Conozco de primera mano casos en los que, si la madre dice que se han terminado esos 5 minutos, sus hijos o se niegan o le ignorar. Si lo dice Alexa, obedecen tranquilamente.
Confieso que en cuanto me lo contaron, me escandalicé un poco porque no he dado tanta cabida a la tecnología en la crianza de mis hijas, aunque también es verdad que son pequeñas y creo firmemente que la imagen de autoridad positiva que debe ejercer un padre es fundamental para que el niño comprenda que hay límites y que tiene a alguien que le guía, especialmente durante los primeros años.
De la misma forma, el significado del respeto llevado a la práctica, o incluso el negociar plazos, o el de "dejarles ganar pequeñas batallas" también me parecen elementos importantes dentro de la crianza y en el desarrollo de su personalidad.
Pero no todo es blanco o negro
Sin embargo, la crianza a veces puede llegar a ser muy dura, y si me pusieseis a elegir entre gritos y amenazas, y la voz de Alexa diciendo "ya es hora de ir a dormir", me quedo con lo segundo.
Por eso Alexa se ha convertido en una compañera que ayuda a aliviar un poco (o bastante), la tensión que aparece en momentos críticos como este -momentos en lo que generalmente estamos cansados después de un día de trabajo- y funciona muy bien para organizarnos con las rutinas, por que es bueno anticipar a los niños lo que vamos a hacer, ya que es algo que les infunde seguridad.
En las redes sociales también nos hemos encontrado menciones sobre este tema:
Uso Alexa para poner temporizadores a mi hijo. Ejemplo: "te doy media hora más para jugar y luego vamos a la ducha, vale?" y para ver la tele, para la hora de ir al cole... Y funciona! Alexa no se frustra. 😅
— Verónica Camarzana (@VeroCamarzana) October 14, 2022
Otra cosa a tener en cuenta es que a los niños les divierte que sea Alexa la que les diga "es hora de ir a dormir". Lo toman como un juego y es mucho mejor a que sea mamá la que viene a decirlo. Son los padres quienes pone las normas pero Alexa les ayuda a cumplirlas. Son un equipo.
En definitiva, nadie puede juzgar la forma en la que criamos a nuestros hijos y soy consciente de que negar que la tecnología hace parte de nuestra vida y de nuestra labor como padres es querer tapar el sol con un dedo. Todos los dispositivos inteligentes tienen potencial para ayudarnos a dinamizar tanto las rutinas como el aprendizaje, pero como todo en la vida, creo que lo importante es intentar siempre buscar el equilibrio, porque todo en exceso es malo (y si hay niños de por medio, más).